"Siempre seré Sarah de Alaska"

"Siempre seré Sarah de Alaska. Aunque mañana espero levantarme como vicepresidenta de Estados Unidos". Éstas son las palabras que Sarah Palin pronunciaba horas antes de que los estadounidenses eligieran a Joe Biden como vicepresidente.

La 'hockey mon' que se gastaba 150.000 dólares en ropa; la mujer en contra de la educación sexual en los colegios, pero con una hija adolescente embaraza; la política más sexy; la puritana que eligió una pizzería plagada de gente bebiendo cerveza para ver un debate entre Obama y McCain; y, sin duda, la protagonista de las anécdotas más graciosas de esta campaña vuelve a casa. "Regreso a Alaska, a trabajar para estar segura que de que los ciudadanos están bien servidos", dijo Palin en exclusiva a la CNN horas después de conocer que "la tarea que Dios le había encomendado" era ya historia.

"Si le he costado un solo voto a John McCain, lo siento. Para mí él es el héroe americano. Yo creía que éste era su momento", añadió antes de explicar que había sido decepcionante perder y que no sabe si estará en el panorama político en las próximas elecciones de 2012. "Bueno, esto ha sido sólo un capítulo pero ahora no puedo ni siquiera imaginar qué pasará en 2012", sentenció.

Ayer a Palin se le llenaban los ojos de lágrimas viendo como McCain se dirigía al país diciendo que no sabía "que más podría haber hecho para ganar estas elecciones". La gobernadora le aplaudía mientras veía como su sueño de ocupar el lugar de Dick Cheney se esfumaba.

Pero a Sarah de Alaska por lo menos le queda el consuelo de haber arrasado en un su propio Estado. A pesar de que el principal diario de Alaska, Anchorage Daily News, negó su apoyo a Palin y a McCain, los republicanos se han hecho con el 61,5 % de los votos frente al 36,2 % de los demócratas. Aunque Bush consiguió el mismo porcentaje de votos en las elecciones de de 2004.