Madsen desmitifica en "Flame and Citron" la imagen de solidez de la resistencia danesa

Valladolid.-  Una de las producciones más caras del cine danés, "Flame y Citron", se ha proyectado hoy a concurso dentro de la 53 Semana Internacional de Valladolid (Seminci), con la que su director, Ole Christian Madsen, desmitifica la tradicional imagen de solidez de la resistencia danesa frente a la ocupación nazi.

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(EFE)

El director danés Ole Christian Madsen.

"Flame and Citron", donde se relata el protagonismo de estos dos activistas de la resistencia en la Dinamarca ocupada de 1944, durante la Segunda Guerra Mundial, es una adaptación basada en hechos reales dentro de su planteamiento y contexto histórico, pero cuenta un amplio margen en favor de la ficción.

Madsen ha situado en el ámbito de la psicología humana esa personal adaptación, al indagar en las razones por las cuales se involucran al máximo en la guerra, hasta pagar con su vida, un joven de buena familia de apenas una veintena de años, Bent Faurschou-Hviid, y un padre de familia, Jorgen Haagen Schmith.

Sus respectivos nombres de batalla fueron Flame y Citron, encarnados en el filme por dos conocidos actores daneses, Thure Lindhardt y Mads Mikkelsen, dos héroes perfectamente reconocibles en cualquier sociedad que evolucionan de distinta manera a lo largo de la cinta: desde el escrúpulo inicial ante los primeros encargos de eliminar altos cargos nazis y delatores, hasta la frialdad absoluta.

El patriotismo, el odio al invasor y la ambición son algunos de los territorios por los que oscilan anímicamente ambos héroes en el Copenhague de 1944, después de cuatro años de sometimiento nazi y próxima a su finalización la contienda bélica mundial.

En ese clima de riesgo permanente, información confusa, agentes dobles, colaboracionistas, traficantes de todo pelo, de germanófilos e inteligencia militar, Madsen presenta a la resistencia danesa como la voluntad de un puñado de valientes, no más de un millar, prácticamente desarticulada, cuyos miembros sospechan entre sí y sin el apoyo de un gobierno, el danés, prácticamente colaboracionista.

"¿Por qué había que contar la historia de Dinamarca como tierra de resistencia si no lo fue en realidad? ¿Por qué se mantiene todavía esa distorsión colectiva que creamos?", se pregunta el director Ole Christian Madsen en una reflexión escrita que ha facilitado a los informadores la productora del filme.

No hubo más de mil miembros activos en la resistencia en todo el pas, ya que "nadie se atrevía a serlo", añade el director nacido en 1966 y que debutó como tal en 1999 con "Pizza King", al que siguieron "La razón de kira: una historia de amor" (2001), "Ángeles a cámara rápida" (2005) y "Praga" (2006).

"Flame and Citron" es también el reflejo del sinsentido de una guerra, donde la lucha por la supervivencia legitima hasta la conducta más ignominiosa, donde todos pierden y un lugar en el tiempo y en el espacio de cada cual donde no se puede avanzar ni retroceder.