Un pacto con Holbrooke, la carta que quiere jugar Karadzic

Ambiguo, sin retar al tribunal pero con una actitud un tanto altiva. Así se ha presentado Radovan Karadzic en la primera sesión de su juicio en La Haya, en la que ha sido formalmente acusado de genocidio, crímenes contra la humanidad y crímenes de guerra. El ex líder serbobosnio ha asistido con semblante serio a la lectura de las once causas a las que se enfrenta y ha mostrado sus argumentos pese a la objeción del tribunal.

Jerry Lampen (REUTERS)

La próxima sesión será el 29 de agosto.

Después de la lectura de la acusación, que indicaba que Karadzic "estaba al tanto — o tenía motivos para estarlo — de los crímenes cometidos por las fuerzas que estaban bajo su mando y que él no hizo nada para impedirlo ni para castigar a los que lo hicieron", éste dejaba entrever lo que nos vamos a encontrar durante el juicio. Karadzic ha anunciado que no tendrá abogado y que él mismo se hará cargo de la defensa, al igual que hizo el ex presidente serbio, Slobodan Milosevic ante el mismo tribunal.

En los dos minutos que el juez Alphons Orie ha concedido al acusado, éste ha destapado la que, probablemente, sea la piedra angular en la que basará su defensa. Karadzic ha asegurado que en 1996 llegó a un pacto con el mediador norteamericano Richard Holbrooke, el artífice de los acuerdos de Dayton, que pusieron fin a la guerra de los Balcanes. Este pacto aseguraría que el ex líder serbobosnio no sería entregado al tribunal si se retiraba de la vida pública.

No es la primera vez que se alude a tal acuerdo entre Estados Unidos y Karadzic. En 2007, el Departamento de Estado estadounidense hizo pública una declaración para desmentir una información que aparecía en el diario montenegrino Republika. El periódico aseguraba que existía un documento firmado por Karadzic y Holbrooke — fechado en 1996 — que suponía la impunidad del serbio si se retiraba de la vida pública. Exactamente el mismo argumento que ha utilizado Karadzic en el juicio. EEUU tildaba el documento de "absolutamente falso".

Holbrooke contaba en un artículo de The Washington Post del pasado 23 de julio cómo transcurrió la que, según él, fue la única reunión en la que coincidió con Karadzic, durante las negociaciones para el fin de la guerra de los Balcanes. Es de esperar que el serbio tratará de demostrar por todos los modos durante el proceso que ese acuerdo con Holbrooke realmente existió.

A pesar de intentar profundizar en este tema una y otra vez, el tribunal no ha permitido al acusado explicar los detalles de este acuerdo por considerar que "éste no es el momento de abordar ciertas cuestiones sino una sesión inicial". Pero Karadzic ha vuelto a hablar del tema en el tiempo que el juez le ha concedido para añadir algún comentario. "Es una cuestión de vida o muerte.Si Mr. Holbrooke todavía quiere mi muerte, su brazo es lo suficientemente largo como para encontrarme aquí", aseguró después de asegurar que teme por su vida.

En esta primera sesión inicial del juicio, Karadzic ha dado una de cal y otra de arena al tribunal. Por un lado, ha asegurado respetar la institución y ha querido explicar cuál era su postura frente a ésta aunque el juez no lo ha considerado pertinente. Pero también se ha dirigido a los magistrados a quienes ha acusado de desconocer información sobre su arresto y se ha permitido una broma durante las preguntas rutinarias cuando, al ser preguntado por el tribunal si sus familiares estaban al tanto de su situación actual, ha respondido que creía que todo el mundo sabía dónde estaba él en esos momentos.