Mujica será el próximo presidente uruguayo, salvo una catástrofe, afirma Bottinelli

Montevideo.-  El candidato de la gobernante coalición de izquierda José "Pepe" Mujica será el próximo presidente de Uruguay "si no ocurre una catástrofe", afirmó hoy el analista Oscar Bottinelli, director de la empresa Factum, una de las encuestadoras más reputadas del país.

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(EFE)

"El resultado más probable de las elecciones es una segunda vuelta, pero no se puede descartar la victoria del Frente Amplio en la primera", afirmó el analista Oscar Bottinelli. En la imagen, el candidato del oficialista Frente Amplio José Mujica. EFE/Archivo

"El resultado más probable de las elecciones es una segunda vuelta, pero no se puede descartar la victoria del Frente Amplio en la primera", afirmó el experto durante una reunión con integrantes de la Asociación de la Prensa Extranjera en Uruguay (APEU).

El próximo domingo los uruguayos concurren a las urnas para elegir presidente, la integración del Parlamento y decidir, además, sobre dos plebiscitos por la anulación de la Ley de Caducidad y el voto epistolar.

Según la última encuesta de Factum, realizada el pasado fin de semana y difundida hoy, el oficialista Frente Amplio tiene entre el 48 y el 50 por ciento de intención de voto, el Partido Nacional o "Blanco", principal de oposición, entre el 30 y el 32 por ciento, y el Partido Colorado entre el 14 y el 16 por ciento.

El Partido Independiente obtendía entre el 3 y el 4 por ciento de los sufragios y otros grupos y los votos en blanco, el 3 por ciento.

El Frente Amplio necesita el 48,5 por ciento de los votos emitidos, en elecciones con sufragio obligatorio, para ratificar la mayoría absoluta que tiene en el Parlamento.

"Todo parece indicar que el FA va a retener la mayoría absoluta y, con ese escenario, iría a la segunda vuelta sin posibilidades de perder", agregó Bottinelli, catedrático de Ciencia Política en la Universidad de la República.

Si ninguno de los candidatos logra superar el 50 por ciento de los votos emitidos para ganar en primera vuelta, habrá una segunda vuelta entre los dos candidatos más votados el 29 de noviembre.

"Si en ese mes de diferencia no ocurre una catástrofe, Mujica será el próximo presidente", afirmó.

Eso debido a que en un "mano a mano" la figura de Luis Alberto Lacalle "genera más rechazo en amplios sectores de la población", agregó.

Lacalle, que fue presidente del país entre 1990 y 1995, es el candidato del Partido Nacional.

"El denominado efecto ganador medido en las encuestas nos da que el 60 por ciento de los uruguayos cree que Mujica será el próximo presidente, y eso también pesa al momento de votar", destacó el director de Factum.

Además, afirmó, en el último tramo de la campaña Lacalle "cometió varios errores en cascada" que "hicieron que perdiera esa figura de estadista".

Mujica también "tuvo fallos gruesos" durante la campaña pero "fueron más acotados en el tiempo" y eso "ayudó para minimizarlos", estimó Bottinelli.

El futuro gobierno del FA, que sería el segundo de izquierda en la historia de Uruguay, "puede entrar en tensiones muy fuertes" vaticinó, como resultado de ser "un gobierno de tres (líderes): Mujica, (Tabaré) Vázquez y (Danilo) Astori"

Vázquez es el actual presidente y Astori es ex ministro de Economía y Finanzas y candidato a la vicepresidencia.

"En el actual gobierno, Vázquez es el señor de señores y tiene un poder decisorio total. En el futuro gobierno, Mujica deberá negociar en la interna, más incluso que con la oposición", afirmó.

El FA es una coalición de una docena de fuerza de izquierda y durante el actual gobierno los enfrentamientos entre Mujica, cuando ocupó el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, y Astori, el de Economía y Finanzas, fueron duros.

En referencia a los plebiscitos, Bottinelli aseguró que ambos "están en el borde" de la posible aprobación con un 46-47 por ciento de "voto seguro".

El que impulsa el voto de los uruguayos por correo "tiene más posibilidades de ser aprobado", el tema de la Ley de Caducidad (impunidad al aparato represor de la dictadura que hubo entre 1973 y 1985) "es más difícil, entre otras cosas porque muchos votantes del Frente Amplio no están de acuerdo con anularla", señaló.