Fertilizar con residuos de pimiento y melón mitiga la contaminación por nitratos

Murcia.-  Un estudio realizado durante dos años en la zona agrícola de Cartagena ha concluido que cambiar la tradicional fertilización mineral del campo por la realizada con residuos vegetales, como el del pimiento y el melón, contribuye a mitigar la contaminación por nitratos del Mar Menor.

ampliar foto

(EFE)

Un estudio realizado durante dos años en la zona agrícola de Cartagena ha concluido que cambiar la tradicional fertilización mineral del campo por la realizada con residuos vegetales, como el del pimiento y el melón, contribuye a mitigar la contaminación por nitratos del Mar Menor. EFE/Archivo

Así se desprende del estudio realizado en parcelas de cultivo de bróculi y que ha conseguido disminuir los niveles de nitratos entre un 80 y un 95 por ciento, lo que supera con creces el resultado obtenido en parcelas tratadas con fertilización mineral.

El proyecto "Estudio comparativo entre valorización de restos vegetales y fertilización mineral para la protección del Mar Menor", ha sido desarrollado por la Universidad Politécnica de Cartagena con la Federación de Cooperativas Agrarias de Murcia (Fecoam) y financiado por la Consejería de Agricultura y Agua de la Región de Murcia.

El Mar Menor, con 180 kilómetros cuadrados de superficie, es la laguna salada más grande de Europa. Esta separada del Mediterráneo por una franja de arena de 22 kilómetros de largo y entre 100 y 800 metros de ancho, cuenta con espacios naturales y paisajes protegidos por ley.

La presencia de nitratos en los cultivos próximos y que vierten a la laguna por las escorrentías es una de las principales preocupaciones tanto por sus efectos para la salud humana como para el medio ambiente.

Como el Mar Menor está declarado Zona Vulnerable a los nitratos, los resultados de este estudio y la fertilización de las zonas agrarias con residuos vegetales podrá contribuir a disminuir las aportaciones que desembocan en la laguna por las citadas escorrentías.

El proyecto concluye que se podrían reducir los insumos de fertilización nitrogenada desarrollando un buen programa de fertilización adaptado a las necesidades de las plantas".

Y que de esta forma se conseguiría disminuir la cantidad de nitratos que queda en el suelo tras el período de cultivo, que es lo que se convierte en potencial contaminante por la mediante lixiviación por las aguas de lluvia.

Entre sus conclusiones se destaca también las ventajas para el agricultor derivadas de la incorporación de los restos vegetales a la materia orgánica en las parcelas, que es un indicador clave de la calidad del suelo, tanto en sus funciones agrícolas como ambientales, que conlleva mayor captura de carbono (que repercute en el aumento de la calidad del aire) y mayor actividad biológica.

La materia orgánica mejora asimismo las propiedades físicas, como son la estabilidad estructural, la infiltración del agua y la capacidad de retención de ésta.

También repercute de forma positiva en la porosidad y el intercambio gaseoso, al tiempo que disminuye la compactación, la escorrentía y la erosión del suelo.

El estudio agrega que el reciclaje de nutrientes orgánicos permite reducir los costes de fertilización, con el consiguiente ahorro económico.

Los resultados del mismo serán trasladados a los agricultores, a través de Fecoam y las Oficinas Comarcales Agrarias de la Consejería, con el objetivo de que se conciencien en el cuidado del medio ambiente.