De Eindhoven (Holanda) al Campo Charro para pintar y esculpir toros de lidia

La Fuente de San Esteban (Salamanca).-  Un artista holandés, natural de Eindhoven, lleva instalado diez años en el Campo Charro de Salamanca con el único objetivo de introducirse entre las ganaderías bravas para pintar y esculpir toros de lidia.

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(EFE)

Paul Ceulemans, natural de Eindhoven (Holanda), muestra algunas de sus acuarelas en el estudio de su casa de La Fuente de San Esteban, en el Campo Charro de Salamanca, donde lleva diez años instalado con el objetivo de introducirse entre las ganaderías bravas y pintar y esculpir toros de lidia.

Este pintor y escultor, Paul Ceulemans, recorre casi a diario en su furgoneta Citroen Berlingo, con matrícula amarilla holandesa, las principales dehesas charras de hierros tan significativos como el de Sepúlveda, en Martín de Yeltes.

"Para representar bien a un toro bravo tengo que estar junto a ellos, viéndolos, escuchando los sonidos del campo y percibiendo todo lo que transmite la dehesa", ha explicado hoy a Efe Ceulemans.

Los trabajos de este artista de 38 años, que llegó a la provincia de Salamanca hace ahora una década, no los pinta a partir de fotos previas, sino que acude a la dehesa, contempla a los toros y luego los refleja en sus pinturas.

Por lo general, Paul Ceulemans plantea un esbozo a lápiz en su cuaderno, normalmente de la testuz del animal, aunque a veces de cuerpo entero, y más tarde lo amplía en el estudio que tiene en el desván de su casa en el municipio de La Fuente de San Esteban (Salamanca), centro neurálgico del Campo Charro y uno de los entornos de España con mayor índice de ganaderías de lidia.

Junto a su compañera Helma Michiels, también holandesa y pintora aunque no de toros, quiso descubrir el mundo del toro bravo en 1999 y, por eso, en julio de ese año llegó a Pamplona para ver los encierros de San Fermín, donde le aconsejaron que para sus intenciones lo mejor era instalarse en la provincia de Salamanca.

"España no era la imagen que yo tenía en Holanda: todo toros, toros y toros", ha comentado entre sonrisas el artista.

Desde entonces ya no se ha movido de La Fuente de San Esteban, desde donde al contrario de lo que le sucede a muchos pintores, para él sí es rentable económicamente su profesión y, como ha explicado, vive "muy bien" de ella.

Personalidades del mundo taurino a escala nacional e internacional ya han adquirido algunos de sus cuadros, que suele exponer en galerías de arte de países como Holanda, Bélgica, Alemania o Inglaterra.

Además de la técnica de la acuarela, donde utiliza tonalidades azules, Paul Ceulemans también utiliza el linóleo.

Precisamente, en diciembre de este año, los galardones que se entregarán en Madrid con motivo de los Premios Enrique Ponce, serán unas imágenes de toros, cuya autoría es de Ceulemans.

La escultura en bronce también es otra de las técnicas que más divierten a este autor, "ya que, así, puedo obtener las tres dimensiones del toro", ha asegurado este holandés, que se licenció en Bellas Artes durante los estudios que cursó en la ciudad de Tilburg (Holanda).

Lo cierto es que este pintor ha encontrado su sitio para realizarse como artista y persona y desde hace diez años forma parte del paisaje de las dehesas del Campo Charro, ya que a ningún mayoral o ganadero le resulta extraño ver a Paul Celeumans en alguna parte de la dehesa dibujando algún toro bravo.