Dos mujeres mueren tiroteadas por sus maridos que se suicidan después

Madrid.-  Dos mujeres han muerto a tiros en las últimas horas, presuntamente a manos de sus maridos que después se han suicidado, en las localidades de Vila-Seca (Tarragona) y San Fulgencio (Alicante).

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(EFE)

Vista de la casa de la localidad alicantina de San Fulgencio, en la que un hombre ha matado con una escopeta a su mujer y posteriormente se ha suicidado.

Con ellas, el Ministerio de Igualdad ha elevado esta tarde a 45 el número de víctimas mortales por violencia de género en lo que va de año, mientras sigue investigando dos casos más: uno en Sevilla (el de Marta del Castillo) y otro en La Línea de la Concepción (Cádiz).

Fuentes cercanas al caso de Vila-Seca han informado a Efe de que la mujer asesinada había iniciado los trámites para divorciarse de su marido, que no había denuncias previas por malos tratos, y que el hombre, que al parecer estaba en tratamiento psiquiátrico, tenía que abandonar el domicilio conyugal en 20 días.

La víctima de este nuevo episodio de violencia de género es Josefina R., de 48 años, mientras que su marido, que se suicidó tras cometer el asesinato, es Luis M.B., de 54 años. La pareja tenía dos hijos, que no presenciaron los hechos.

El trágico suceso se produjo hacia las 23.30 horas de ayer cuando, supuestamente, Luis M.B. tiroteó a su esposa con una escopeta de caza en el rellano del cuarto piso de la escalera donde vivían, situada en la calle Mas d'en Gras del barrio de Miramar de Vila-seca.

Después, el hombre se suicidó en el interior de la vivienda con la misma arma con la que acabó con la vida de su mujer, una persona muy conocida en Vila-seca y que, desde hacía años, trabajaba en una zapatería de la localidad llamada "Calzados Luceño".

Horas antes, en un chalet de San Fulgencio (Alicante), un británico de unos 72 años mató con una escopeta a su mujer, de 55 años, y luego también se quitó la vida.

El británico habría planeando "meticulosamente" el crimen ya que dejó diversa documentación a la vista e, incluso, abundante comida para las mascotas, han informado a Efe fuentes policiales.

Además, dejó la puerta del chalet abierta, previsiblemente para facilitar la entrada a los agentes, y todos sus documentos personales a la vista encima de una de las mesas.

Además, había provisto de abundante agua y piensos los platos de las mascotas, ya que tenían un perro y un gato.

La casa se encontraba a oscuras a excepción del dormitorio principal, donde se hallaba el cadáver de la mujer tendido sobre la cama y con un único disparo mortal, así como el cuerpo sin vida del hombre.

Junto al cadáver de éste último y la escopeta utilizada para dispararse en la mandíbula se ha encontrado un palo que, según parece, habría sido usado para activar el percutor del arma.

La Policía está investigando si la "grave enfermedad" que padecía el ciudadano británico ha podido tener alguna influencia en sus muertes, según ha indicado el delegado del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Ricardo Peralta.

El Ministerio de Igualdad ha especificado que, de las 45 víctimas mortales por violencia de género en lo que va de año, 9 se han producido en Andalucía y Cataluña, 8 en la Comunidad Valenciana, 5 en Canarias, 4 en Madrid, 3 en Galicia, 2 en el País Vasco, y 1 en Castilla-La Mancha, Castilla y León, Extremadura, Murcia y Ceuta.

Catorce de las víctimas mortales habían denunciado -una de ellas había retirado la denuncia- y trece habían solicitado medidas de protección -la habían obtenido once de ellas-.

Ninguno de los sucesos ocurrió en enero, mientras que cinco tuvieron lugar en febrero, cuatro en marzo, dos en abril, diez en mayo, cinco en junio, seis en julio, cinco en agosto, seis en septiembre y dos en octubre.

El primer caso registrado este año, el 5 de febrero en Parla (Madrid), rompió el periodo más largo sin víctimas de violencia machista de los últimos diez años, ya que no se contabilizaban fallecimientos por este motivo desde el 29 de diciembre de 2008.

Treinta y una de las víctimas mortales eran españolas y catorce extranjeras, mientras que de los agresores, 27 de ellos eran españoles y 18 extranjeros.

Veintiséis de las mujeres asesinadas convivían con el presunto agresor, dieciocho no y de una de las víctimas se desconoce este dato.

Catorce mujeres tenían entre 31 y 40, ocho entre 21 y 30 y 41 y 50, seis entre 51 y 64, otras cinco eran mayores de 64 años y cuatro tenían entre 18 y 20 años.