"La integración del cine latinoamericano pasa por la educación", afirma Campanella

Río de Janeiro.-  El cineasta argentino Juan José Campanella abogó hoy por una mayor integración entre los productores de cine de los países latinoamericanos, para lo cual es necesario que los pueblos aprendan más sobre las distintas culturas de la región.

ampliar foto

(EFE)

Campanella visita Brasil por primera vez, y con él trae su última película, "El secreto de sus ojos", basada en la novela de Eduardo Sacheri, todo un "thriller" sobre la reapertura de un caso judicial que, tras 25 años de investigación, todavía no ha sido resuelto. EFE/Archivo

Sin embargo, el director atribuyó esa responsabilidad no al cine sino a los sistemas educativos, que podrían dar más atención a la herencia común latinoamericana.

"En vez de aprender tanto la historia de los fenicios y de los persas en la escuela, podríamos estudiar más sobre los países de Latinoamérica y, desde entonces, empezar a querer un poquito más lo que nos rodea", dijo Campanella en una entrevista con Efe, en el marco del Festival Internacional de Cine de Río de Janeiro.

Campanella visita Brasil por primera vez, y con él trae su última película, "El secreto de sus ojos", basada en la novela de Eduardo Sacheri, todo un "thriller" sobre la reapertura de un caso judicial que, tras 25 años de investigación, todavía no ha sido resuelto.

Pese al suspense de la historia policial, Campanella se mantiene fiel a su estilo y a la sensibilidad con que trata la vida cotidiana, "con personajes creíbles, de vidas muy comunes", y con una gran historia de amor.

En la cinta, Campanella trabaja por cuarta vez con Ricardo Darín, según él, "un actor que maneja muy bien el pase del drama a la comedia" y que da vida al protagonista Benjamín, quien decide reabrir el caso judicial con la esperanza de cerrar historias de su pasado.

"Es muy fuerte lo que se habla sobre la memoria, sobre el mirar hacia atrás en la vida de uno. Me gusta que la motivación del personaje para revivir toda esa historia sea el preguntarse por qué está solo, y no encontrar un culpable", explicó.

El pasado queda plasmado en las películas de este director. Y es que en "El hijo de la novia", "El mismo amor, la misma lluvia" y "Luna de Avellaneda", los personajes son prisioneros de sus memorias y tratan de liberarse de ellas.

A los 50 años, Campanella sigue haciendo cine con la ilusión de quien aprovecha la gran pantalla para llegar a gente que no conoce.

"El cine es comunicación. Lo hago para que lo vea la gente, para contarles una historia", dice.

"Cuando uno relaciona la película con lo que le pasa e incluso si llega a haber un cambio en su vida por ver una película mía, entonces eso es lo mejor que puede pasar", declara.

El cineasta, una referencia en el cine latinoamericano, ve los premios de manera práctica: una herramienta para ayudar a divulgar las películas y hacerlas verse en lugares que de otra manera no se les pondría atención.

Los Óscar, eso sí, son "el premio", dice el director, con la esperanza de quien ve su última entrega, "El secreto de sus ojos", ser elegida por Argentina para competir por este galardón "impenetrable".

Mientras vive la expectativa, Campanella se divide entre la dirección de episodios de series de televisión como "Law & Order" o "House", y el cine, que le aporta más "a nivel personal e interno".