Hermoso y Ventura resuelven en triunfo de Puerta Grande su competencia

San Sebastián.-  Los rejoneadores Pablo Hermoso de Mendoza y Diego Ventura cortaron tres orejas cada uno y salieron a hombros del festejo de la especialidad con el que se abrió hoy la Semana Grande de San Sebastián, en una función en la que también gustó el toricantano Joao Telles, hijo.

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(EFE)

El rejoneador portugués Diego Ventura coloca un par de banderillas largas a su segundo morlaco durante la primera jornada de la Semana Grande de San Sebastián celebrada en la plaza de toros de Illumbe. Compartió cartel con los caballistas Pablo Hermoso de Mendoza y el portugués Joao Ibeiro Telles; se lidiaron reses de Herederos de Ángel Sánchez y Sánchez.

FICHA DEL FESTEJO.- Toros de Herederos de Ángel Sánchez y Sánchez, terciados y convenientemente despuntados, que en general dieron buen juego, aunque con matices en el tercero y el sexto. El mejor, el bravo segundo.

Pablo Hermoso de Mendoza: rejón fulminante (dos orejas); y rejón ligeramente caído (oreja).

Diego Ventura: rejón caído con vómito (oreja); y rejón (dos orejas).

Joao Telles, que tomaba la alternativa: rejón en dos tiempos y descabello (vuelta); y tres pinchazos, rejón y dos descabellos (gran ovación).

La plaza tuvo casi tres cuartos de entrada en tarde nubosa y con la cubierta medio abierta.

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TRIUNFAL EMPATE

Con Hermoso fue la locura. Su primera faena, completísima de principio a fin. Por su extraordinario dominio en la monta, por su mando en la forma de torear, por el valor compartido entre el jinete y sus caballos.

A ese primero, segundo en la tarde, lo fijó en corto y sin dilaciones montando a "Dalí". Dos rejones en todo lo alto dieron paso a un tercio de banderillas de mucha fuerza torera en dos fases bien distintas: por un lado con "Chenel", dejándose ver en los cites largos, el toreo de poder a poder, y alegrando las salidas con los galopes a dos pistas; y por otro, con "Espartano", más en la distancia corta, cruzadísimo como en el toreo de a pie, y "toreando" también en las piruetas, colofón de las suertes.

Con uno y otro caballo Hermoso dejó llegar mucho al estribo, ajustándose también al clavar. Fue el acabose. Y con rúbrica perfecta. Rejón, y el toro patas arriba. Dos orejas sin discusión.

Repitió Hermoso triunfo en el cuarto, aunque con menos intensidad, también porque el toro aportó menos. Limpieza en los quiebros y las piruetas de "Caviar"; elasticidad y arrojo con "Ícaro", siempre desafiante. En cambio con "Pirata", un fallo, en un par a dos manos, una banderilla al suelo. Pero el conjunto valió mucho la pena y paseó un trofeo más.

Tuvo mérito Ventura, con el toro menos emocionante, su primera faena fue un reto en toda regla al maestro Hermoso, en uno de sus feudos y utilizando sus mismas armas. Ventura, sin concesiones, hizo un rejoneo también de lo más auténtico. Sólo que el segundo rejón de castigo cayó caído de más y en la suerte suprema se le fue también algo la mano. Fue lo único en su contra.

Por lo demás, colosal. Quebró con "Cheke" en espacio inverosímil, y puso a "Nazarí" de costado a milímetros de las astas. Lección de temple. Atacó igualmente de frente en las ejecuciones. Con "Vizir", un par a dos manos, algo fuera de serie. Suplió la falta de emoción del toro con extraordinaria imaginación, arrojo y sentimiento torero.

Redondeó Ventura en el quinto, aunque no fue tan uniforme esta segunda actuación, pasando en falso en el primer tercio, incluso perdiendo el palo después de clavar y no quebrar. En banderillas, más desigualdades. El caballo "Manzanares" estuvo muy cerca de los pitones en los galopes a dos pitas. Alardes totales, incluida la forma de citar en vaivén con "Ginés". Pero en conjunto poco comedido. A veces pisó terrenos muy comprometidos, sin embargo, excesivamente acelerado, y también faltó limpieza. El doble trofeo esta vez, desmesurado.

El joven Joao Telles podría funcionar en España si le dan sitio las empresas. Casi un niño de aspecto, practica un rejoneo clásico y al tiempo enfibrado. No acusó los nervios de una tarde tan trascendental para él.

Después de los abrazos en la ceremonia de alternativa, se fue centrando poco a poco en una lidia cada vez más segura y vistosa. Muy pausado y ajustado, clavó siempre certero y arriba. El toro aportó también lo suyo por fijeza y galope continuo. No se entiende la frialdad del tendido para no pedirle la oreja.

Todavía mejor en el último, toro distraído y medio "rajadito" de salida, pero que iría a más. Elegante en los preparativos y en la ejecución de las suertes, muy seguro, exacto y certero al clavar. Fue también bonita la puesta en escena. Una pena que no matara bien.