La OEA presionará a Micheletti para que acepte el Acuerdo de San José

San José.-  La Organización de Estados Americanos (OEA) estudia la posibilidad de enviar una misión de alto nivel a Honduras para persuadir al Gobierno de facto a aceptar el Acuerdo de San José, propuesto por el mandatario costarricense, Óscar Arias, para poner fin por la vía pacífica al conflicto político que vive esa nación.

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(EFE)

El presidente de Costa Rica, Oscar Arias, conversa con el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, tras la reunión que mantuvieron con la vicepresidenta primera del Gobierno español, María Teresa Fernández de la Vega para tratar, entre otros asuntos, la situación política en Honduras.

La decisión sobre el envío de este grupo, posiblemente integrado por cancilleres latinoamericanos, se tomará el próximo miércoles en el seno del Consejo de la OEA, anunció hoy en Costa Rica el secretario general de la organización, José Miguel Insulza.

La medida fue discutida hoy en San José y recibió el visto bueno del gobernante costarricense, Óscar Arias, de la vicepresidenta primera del Gobierno español, María Teresa Fernández de la Vega, y del secretario general iberoamericano, Enrique Iglesias.

La comisión podría estar encabezada por Insulza, según declaró a la prensa el propio secretario general de la OEA, aunque no quiso adelantar ningún detalle sobre quiénes la podrían integrar hasta que se tome la decisión, el próximo miércoles.

El presidente de facto de Honduras, Roberto Micheletti, había solicitado la pasada semana a Óscar Arias, en su calidad de mediador en la crisis, el envío de una delegación internacional para que se entrevistara con representantes de los poderes del Estado y empresarios en ese país.

Micheletti sugirió en ese momento que este grupo fuera liderado por Enrique Iglesias, pero éste declinó hoy aceptar dicha oferta argumentando que se debe analizar "cuándo una visita de esas características puede ser útil para el objetivo que se persigue".

Sobre esta misión, Arias dijo: "Tendría como meta ver si podemos superar las dificultades para que sean aceptados todos los puntos del Acuerdo de San José", cuyo eje fundamental es el restablecimiento del orden constitucional a través de la restitución en el poder del depuesto presidente hondureño, Manuel Zelaya.

Zelaya fue derrocado por un golpe de Estado y expulsado de Honduras el pasado 28 de junio y, hasta ahora, a pesar de los avances registrados en el diálogo, Arias no ha logrado que el Gobierno de facto acepte el retorno de Zelaya al país, como exige la comunidad internacional.

El envío de la misión de la OEA fue respaldado totalmente por la vicepresidenta Fernández de la Vega, tanto en nombre de España como de la Unión Europea (UE), como un paso más para resolver la crisis en el país centroamericano, que ya llega a su quinta semana.

La vicepresidenta primera del Gobierno español aseguró que el Acuerdo de San José es "muy razonable" y que este es el momento en que hay que "poner todo el apoyo en el proceso, con un mensaje de firmeza y decisión de sacar el acuerdo adelante".

Fernández de la Vega recordó que la posición de la UE ante la situación en Honduras ha sido "clara, tajante y nítida" desde el primer momento, ya que siempre ha condenado el golpe de Estado y ha exigido el restablecimiento del orden constitucional.

El envío de esta delegación demostrará "la disposición (de la OEA) a tener una conversación con una autoridad que no reconocemos como legítima, pero que necesitamos conversar para tener una solución a este problema", según Insulza.

No obstante, fue enfático en que el propósito del grupo sería "avanzar fundamentalmente en los temas del acuerdo de San José", que incluyen no solo la restitución de Zelaya en el poder, sino también una amnistía política y la conformación de un Gobierno de unidad nacional, entre otras cosas.

Ante la hipótesis de que esta nueva iniciativa fracase en su intento de lograr un acuerdo entre las partes, Arias aseguró que prefiere mantener la esperanza de que el consenso será posible.

"No quisiera renunciar a eso y no hay un plan 'B', y confío en que la presión internacional va a permitir finalmente el Acuerdo de San José", añadió el presidente costarricense.