Prohibido 'El tractor amarillo'

Acaba de conocerse en Reino Unido el top 10 de las primeras canciones que suenan en las bodas y el resultado es el caspazo que te imaginas. 'I Don't Want To Miss A Thing' de Aerosmith o 'Everything I Do (I Do It For You)' de Bryan Adams no faltan y tampoco Shania Twain o Take That. En España es casi peor. ¿Es posible hacer una boda alternativa donde suene buena música?

Red Zenda (Flickr)

¿Qué bailarán éstos?

En nuestro país es costumbre comenzar el convite con un vals de los novios, así que la encuesta no sería equiparable, pero casi mejor. Si el centro del repertorio de una boda en España lo componen esperpentos como Thalía cantando 'A quién le importa' o canciones populares tan estresantes como 'Paquito El Chocolatero', no queremos ni pensar qué balada de Alejandro Sanz o La Oreja de Van Gogh habría sido la ganadora de un estudio similar realizado aquí.

Aburridas de la tortura que supone la música de las bodas, son muchas las parejas que buscan un enlace alternativo en lo musical, y que incluso escogen su canción favorita para sustituir el vals. 'Love Song' de The Cure es perfecta para una boda siniestra, 'La mitad de nuestras vidas' de La Buena Vida para una boda indie o 'One' de U2 para los alternativos pero en su justa medida.

Los hay incluso que, pasando de la típica orquestilla posterior, se animan a contratar a un dj o a un grupo. Cola Jet Set o La Costa Brava han sido dos de las bandas nacionales que se han prestado en alguna ocasión a tocar en un evento de este tipo. Francisco Nixon, ex Australian Blonde y ex Costa Brava, nos cuenta que la iniciativa surgió a partir de los "conciertos a domicilio", en casas de fans, que organizaban hace un par de años. "Hicimos un par de bodas, una en Denia y otra en Galicia. En ambos casos hicimos nuestro show habitual. Luego también estuvimos pinchando. Lo que más nos preocupaba era que la gente que no conocía al grupo se lo tomara de mala manera, pero al final las cosas salieron muy bien. Nos hicimos amigos de los novios y hemos seguido manteniendo el contacto". Aunque su actual proyecto, Francisco Nixon, es más acústico, menos festivo y se presta menos a las bodas, en octubre tocarán en una en Bilbao, porque los novios le han dicho que, si no toca, no hay boda. Una buena manera de convencer a tus ídolos.

Hay quien también ha solicitado los servicios de dj's como Juan de Pablos de Radio 3 para su ceremonia, pero hay que reconocer que el trabajo puede ser de lo más sacrificado. La gente, alcoholizada, termina pidiéndote la 'latinada' que quería escuchar. Fran lo tiene claro. Hay bodas en que no funcionan ni Marisol, ni El Dúo Dinámico. La gente lo que quiere son las sevillanas. "Cuando estás pinchando es un rollo, porque estás accesible a todo el mundo y si es un 'bodorrio', hay gente de todo tipo que al final quiere que le pongas lo que le gusta. Además, en las bodas hay ese perfil de 'yo pago y si no me gusta, protesto'. No piensan que sea una fiesta para los novios, sino una fiesta para ellos"".

Incluso las bodas que más se alejan de lo tradicional, como pueden ser las gays y lésbicas, terminan cediendo ante lo de siempre. Laura Alonso de Bodas LesGay, que organiza enlaces diferentes a lo común, lo sabe bien. Habitualmente las parejas le dan una lista de las canciones que quieren que suenen y a veces le dan indicaciones expresas, como "nada de sevillanas", "nada de triunfitos" o "prohibido el 'Tractor Amarillo'", pero nadie se aleja demasiado de la orilla. "Las parejas son muy conscientes de que por muchos amigos que haya en la boda, siempre están los padres, los abuelos, los primos, etc. a los que les gusta de todo un poco. La música de una boda siempre serán éxitos de todos los tiempos muy comerciales".

Laura recuerda algunas excepciones, como una pareja de chicas "muy de Chueca" que puso una selección de techno y house o la boda de Pablo, un amigo suyo, en la que él mismo pinchó y sonó 'Somos el uno para el otro' de Astrud, entre otras muestras de pop alternativo; pero en general esto es una excepción. Como dice Francisco Nixon, "lo de pinchar música diferente en bodas funciona cuando es una boda con pocas personas y gustos afines. Si no, es una tortura para el que pincha y para la gente".

Que se lo digan a cierto redactor de prensa musical especializada que después de currarse una selección para su propia boda, se encontró con las masas a punto de rebelarse por un poquito de 'Paquito El Chocolatero'...