Halitosis se escribe con H

El conde Lequio asegura que a Pipi Estrada le huele el aliento a vómito. "Lequio es el italiano más sucio que ha llegado a este país", respondió el ex de Lucía Lapiedra. Las declaraciones, que tienen lugar en el programa de Ana Rosa, las recoge Jorge Javier Vázquez en 'Sálvame' (Telecinco), un espacio donde halitosis se escribe sin h. Vázquez es un presentador con tendencia a volverse loca que, además de creerse superior a los que le rodean, no desprecia las buenas oportunidades de burlarse de una mujer: ayer en 'Sálvame' ridiculizó a una, llamada Yola Berrocal, con comentarios e imágenes: mantuvo en pantalla durante más de medio minuto un plano de sus pechos reventones. Los de Berrocal.

(telecinco.es)

Los pechos de Yola.

Si Paolo Vasile vio esas imágenes, y como máximo responsable de la cadena no se sintió el tipo más rastrero y miserable del mundo, es que definitivamente Telecinco es una cadena sin moral. Fueron un atentado al buen gusto, una falta de respeto a la mujer y un ejemplo perfecto de misoginia. En plano grande, ocupando toda la pantalla, estaban los pechos de Yola Berrocal. En plano pequeño, esquina superior izquierda, su cara, tratando de sortear de la mejor manera posible las burlas del presentador del programa y del resto de los contertulios. Y así durante el interminable tiempo que duran los segundos en televisión... Esto es 'Sálvame', el último esperpento de Telecinco, una cadena machista donde el hecho de pagar a una mujer da derecho a humillarla y despreciarla.

Porque eso es lo que hicieron con la buena de Yola Berrocal, un ser a todas luces inferior al muy leído, culto y sobrado Jorge Javier Vázquez, y al muy poderoso Paolo Vasile. Proxenetas audiovisuales, piensan que el dinero les da derecho a someter a los colaboradores de sus programas a vejaciones intelectuales y físicas.

"Halitosis no puede tener, porque no ha trabajado nunca en una mina", dijo alguien del público para deleite de un Vázquez que, muy ufano, corrigió al ignorante. Mal hecho. No tiene motivos para reírse. Su halitosis, como la de Vasile, es mental. Apestan.

P.D.

Comencé a ver la entrevista de Concha García Campoy a Zapatero en Cuatro. Y me pareció que el presidente del Gobierno estaba tan cómodo, tan sumamente cómodo, que se me quitaron las ganas de verla. Lo siento.

P.D.2

La imagen del día. Y una de las secuencias cinegéticas más impactantes de la historia. Barack Obama, presidente de los Estados Unidos, mata una mosca durante una entrevista en televisión. Un movimiento preciso, un golpe certero, acabaron con la vida del díptero braquícero. ¿Artes marciales? El presidente, visiblemente orgulloso, mostró el cadáver a cámara. No hay constancia de que haya encargado a un taxidermista inmortalizar el insecto.

Un motivo para no ver la televisión

Las muertas.
Autor: Jorge Ibargüengoitia.
Editorial: RBA.

Ésta es la increíble historia de tres burdeles mexicanos y de Serafina y Arcángela Baladro, las dos mujeres que los regentaron. Una vieja historia que haría las delicias de los programas de televisión actuales, puesto que tiene todos los ingredientes necesarios para levantar los ánimos de la audiencia: explotación, malos tratos, crueldad, hipocresía, sangre y muerte. Una novela exquisita, que parece escrita desde la distancia, en la que Jorge Ibargüengoitia demuestra el porqué de su fama: pocos son capaces de alcanzar su brutal ironía.

Pueblos anestesiados en los que pasan cosas terribles. Personajes siniestros capaces de las mayores maldades. Mujeres engañadas, maltratadas, asesinadas. Víctimas y verdugos conviven en unos pocos metros cuadrados, y lo hacen en aparente normalidad hasta que algo cambia el orden natural de las cosas. Ibargüengoitia juega de manera perfecta con estos elementos en una crónica magistral, por intencionada y aparentemente distraída, de esta tragedia mexicana. Una reedición absolutamente imprescindible.