Teleporcinco

El virus de la gripe porcina ha hecho acto de presencia en una cadena de televisión. Concretamente en Telecinco. La noticia no me sorprende: sólo era cuestión de tiempo que visitase la cadena de Fuencarral. Recuerden que la falta de higiene facilita la transmisión de este tipo de enfermedades infecciosas. Las mascarillas no cubren ni ojos ni oídos, y el jabón limpia las manos, no las conciencias. Estaba claro, por tanto, que cuando el virus en cuestión decidiera dar el salto mediático, elegiría la cadena que le ofreciese unas condiciones más apetecibles para sobrevivir. Es decir, la más guarra, desaliñada y pestilente. Unas condiciones que, niqueladas, ha encontrado en la tele de Paolo Vasile. Recuerden, la de 'Hombres y mujeres', 'La Noria', 'La Tribu', 'OT' y 'Supervivientes'. La de Ana Rosa Quintana, Mercedes Milá, Jorge Javier Vázquez y Pedro Piqueras.

¿Llegará el virus a la Milá?

Los virus más peligrosos, en cualquier caso, no son los gorrineros, sino los creados por el hombre utilizando sofisticadas técnicas de ingeniería genética. Estas infecciones emergentes son capaces de cosas espeluznantes. El virus de la estupidez, por ejemplo, ha encontrado en la televisión el medio perfecto para transmitirse entre los humanos. De esta manera se ha convertido en una pandemia que afecta a un porcentaje altísimo de la población mundial, inutilizando su criterio, deteriorando su sistema defensivo y anulando su potencial creativo.

"Será una campaña porcina", advirtió ayer mismo Esteban González Pons, vicesecretario general de Comunicación del Partido Popular. Se refería a otro virus de creación humana que tiene en la televisión un gran aliado, el de la manipulación, tal vez responsable del último fiasco de nuestra televisión pública: inmediatamente después del primer debate de cara a las Elecciones Europeas en La 1 (entre López Aguilar y Mayor Oreja), TVE emitió un anuncio electoral del PSOE. Con dos cojones, y sin cortinillas ni cambio de sintonía por medio. ¡Parecía formar parte del programa! Un cierre apoteósico para un enfrentamiento que, de puro porcino, apenas generó interés. Batacazo importante: pese a ocupar el prime time de La 1, apenas un 13,9% de los telespectadores se interesó por tan lamentable intercambio de insultos y menosprecios.

Un motivo para no ver la televisión

Titadyn
Autor: Casimiro García-Abadillo.
Editorial: La esfera de los libros.

La ciencia ficción, ese subgénero literario que muchos consideran una anticipación a la realidad, es sobre todo un canto a la imaginación. Ni realismo mágico ni leches. Y si no, lean con detenimiento el libro que hoy nos ocupa, un glorioso canto a la fantasía, la creatividad, la fábula y todos sus delirantes derivados.

El género necesitaba un libro como éste, reconozcámoslo. Una renovación, algo que se viene produciendo de manera habitual y periódica en la novela negra. Ese giro que sorprenda y estimule a los lectores, cansados de los habituales hombrecillos verdes con antenas. ¿Periodismo mágico? Bien podría ser ésta la etiqueta de un subgénero que ha vivido auténticos momentos de gloria en nuestro país. Y es que este 'Titadyn' está destinado a ocupar un lugar de honor en la biblioteca de los aficionados, junto a clásicos del género fantástico tan aplaudidos como '11-M golpe de régimen', de Luis del Pino, 'Enigmas del 11-M ¿conspiración o negligencia?', de Luis del Pino o 'Las mentiras del 11-M', también de Luis del Pino.

Con este excelente trabajo, Casimiro García-Abadillo se consagra como escritor, y añade su nombre a esa galaxia de grandes autores entre los que se encuentran Luis del Pino, Ray Bradbury, Arthur C. Clarke, Philip K. Dick, Stanisław Lem...