Una librera de Palma recuerda a Benedetti como un hombre sencillo y lector de clásicos

Palma.-  La propietaria de la librería Embat de Palma, Gloria Forteza-Rey, por la que pasó a menudo Mario Benedetti durante su exilio de dos años y sus posteriores visitas a Mallorca, llegó a hacerse amiga del escritor, a quien recuerda como "un hombre sencillo y humilde", que siempre preguntaba "por los clásicos".

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(EFE)

Varios ejemplares del nuevo libro del escritor uruguayo Mario Benedetti "Testigo de uno mismo". EFE/Archivo

Al día siguiente del fallecimiento del escritor, ocurrido este domingo en su casa de Montevideo (Uruguay), la librera ha recordado, en declaraciones a EFE, aquellos encuentros con Benedetti cuando recorría las estanterías de Embat en busca de lectura.

"Las dos cualidades primordiales de Benedetti son la parte literaria y su compromiso social, que iban muy unidas y que quedaron demostradas; y además era una persona humilde y sencilla", señala Forteza-Rey.

Durante el tiempo que residió en Palma, entre 1980 y 1983, Benedetti acudía asiduamente a la librería, donde hacía sus pedidos y compraba libros.

Acerca de sus gustos literarios, la librera explica que las últimas veces que el escritor visitó Mallorca, "casi de incógnito, porque quería descansar unos días y leer un poco", Benedetti siempre se interesaba por la sección de clásicos.

"Me preguntaba siempre: '¿seguís manteniendo la sección de literatura hispanoamericana?', incluso la última vez que nos vimos, que fue en 2006", rememora Forteza-Rey.

Benedetti "seguía mucho la literatura hispanoamericana y todos los clásicos", detalla la librera.

Para describirle como persona, Forteza-Rey destaca su discreción. Considera su novela "La borra del café" como "muy autobiográfica" e ilustrativa de esa cualidad.

La librera le califica "a parte de un gran poeta, de un gran cuentista" y aconseja su lectura, "porque Mario sigue muy vigente y es un referente", concluye.

La propietaria de Embat subraya que, además de constituir su lugar de vacaciones, Benedetti también escribió en Mallorca obras como "Primavera con una esquina rota".

Cuando Benedetti decidió marcharse de Palma por motivos de salud, en busca de otro clima, debido al asma que padecía, la librería Embat y la Universidad de las Islas Baleares (UIB) organizaron un recital de cuentos y otro de poemas en el campus.

"Las aulas de la universidad estaban abarrotadas y cuando estaba leyendo los cuentos, por su condición de asmático, tuvo que pedir por favor a los alumnos y a los profesores que dejaran de fumar. Todo el mundo paró y se abrieron todas las ventanas", explica.

En su opinión, el homenaje "fue entrañable, había personas con la boca abierta mientras él leía los cuentos".

Luego fue la librera quien le recomendó "un hotelito chiquito que hay en el Puerto de Pollença, que escogió porque estaba un poco apartado" para disfrutar de varios días de descanso durante los veranos.

Victoria, recepcionista de ese hotel Sis Pins donde el escritor uruguayo pasó sus últimas vacaciones en Mallorca, rememora que el escritor vivía sus visitas a la isla como un "volver a casa".

"Se ha perdido un gran escritor pero una mejor persona", afirma esta mujer, con quien Benedetti compartía conversaciones sobre literatura en sus días de vacaciones.

El autor acudía año tras año a Mallorca para pasar tres semanas, siempre con su esposa Luz, de la que, según Victoria, estaba profundamente enamorado y a la que no dejó nunca ni una noche sola. "A veces él tenía que viajar a la península, pero iba y volvía en el mismo día", relata la recepcionista.

Victoria confiesa que los unió su afición por la lectura. Los tres -Benedetti, su esposa y ella- intercambiaban impresiones sobre los últimos títulos que habían pasado por sus manos y se hacían mutuas recomendaciones.

"Eran muy buenas personas, de una gran calidad humana a parte de literaria. Eran muy sencillos, muy humildes y a todos nos gustaba mucho leer y comentar lo que leíamos", destaca.

La enfermedad fue lo que lo alejó de la isla. Su última visita fue cuando su mujer ya estaba afectada del mal de Alzheimer. Ya en 2001 tuvo que cancelar su viaje por culpa de un infarto, detalla.

"Siempre le gustaba venir a la isla, siempre tuvo un vínculo", asegura Victoria.