¿Tampoco pagarías por un disco benéfico?

El público sabe muy bien cómo justificarse de no comprar discos nunca. Que si los precios son muy altos, que si los grupos ya ganan suficiente con los directos, que si el Gobierno criminaliza la piratería... Hasta aprendemos la diferencia entre lo legal, lo ilegal y no ilegal en una aproximación al lenguaje jurídico sin precedentes. ¿Pero qué pasa cuando se pone a la venta un disco benéfico que además es una delicia? ¿Cuál será la excusa entonces para no pasar por caja?

War Child, una ONG fundada en 1993 por Bill Leeson y David Wilson, se dedica a recaudar fondos para los niños que viven en países donde existe algún conflicto bélico o ha existido recientemente. Siempre han estado profundamente vinculados a la música y David Bowie, Paul McCartney, Coldplay, Avril Lavigne o el omnipresente Bono han sido algunos de sus famosos donantes.

El disco que han publicado este año es ya el quinto. El primero, 'Help', salió en 1995, con temas de Oasis, Blur o Manic Street Preachers. En él apareció por primera vez, meses antes de la publicación de 'OK Computer', el tema 'Lucky' de Radiohead.

'Heroes', el nuevo, se compone de 15 temas detrás de un concepto: artistas de prestigio haciendo versiones de artistas de prestigio. La lista es de órdago: Beck abre con una versión de Bob Dylan, siguen Scissor Sisters con su versión de Roxy Music, Lily Allen interpretando a The Clash, Duffy a Paul McCartney, TV On The Radio a David Bowie, Hot Chip a Joy Division...

De acuerdo, la cosa tiene truco. Algunas versiones estaban pensadas previamente y no han sido grabadas expresamente para la ocasión. Por ejemplo, la versión de 'Call Me' de Blondie a cargo de Franz Ferdinand aparece en directo. Sin embargo, sólo por ver en su salsa a Yeah Yeah Yeahs cantando por los Ramones o por escuchar a Elbow prácticamente superando el 'Running To Stand Still' de U2 merece la pena.

Si bien 'Heroes' en ocasiones se queda en curiosidad, otro recopilatorio de contribución altamente indie publicado recientemente, 'Dark Was The Night', va claramente más allá. Esta vez la ONG responsable es Red Hot Organization y los fondos recaudados están destinados a la lucha contra el sida. A lo largo de sus 20 años de historia, Red Hot ha publicado 20 discos, pero sin duda éste es uno de los que mayor repercusión mediática está alcanzando. Y no es para menos. Después de títulos de un sensacionalismo de dudoso gusto, como fue 'America Is Dying Slowly' en 1996, al que contribuyeron artistas de hip-hop (¿alguien visualiza el homónimo en castellano?), 'Dark Was The Night' suena como una maravilla cuidada hasta el milímetro.

Aaron y Bryce Dessner de The National, una de las bandas claves del indie norteamericano de nuestro siglo, se han encargado de la producción global del doble álbum, en el que aparecen hasta 30 canciones, todas ellas de gente muy grande. Entre las pistas destacadas está la versión de Feist con Ben Gibbard de Death Cab For Cutie del tema 'Train Song' de Vashti Bunyan. Además, tanto Antony & The Johnsons con su versión de Bob Dylan como los Decemberists, con 'Sleepless', ofrecen pistas por encima del nivel de sus últimos discos de estudio.

En lo anecdótico, 'Dark Was The Night' presenta un tema de 10 minutos de Sufjan Stevens, cuyo próximo disco largo el mundo espera ansiosamente, o el nuevo proyecto del cantante de Sigur Rós, Riceboy Sleeps. También aparecen Arcade Fire, Beirut, Sharon Jones & The Dap-Kings, Cat Power, Yo La Tengo o Andrew Bird.

Sumando los artistas incluidos en 'War Child' y 'Dark Was The Night', la pregunta no es quién está sino más bien quién no está. O mejor aún, quién tendría que haber estado para que paguemos por un disco, aunque sólo sea por una vez, por una buena causa. Sí, habrá quien dude de dónde van los fondos o quien nos asegure que las ONG en realidad se dedican a hacer el mal en el mundo, pero igual también habría que entonar el 'mea culpa' de vez en cuando, que una vez al año no pasa nada: bajarse del Emule un disco bueno y benéfico tiene bastante delito.