Sólo el 14,6% de los profesores de Baleares afirma estar contento con el trabajo de sus alumnos

Palma.-  Sólo el 14,6 por ciento de los profesores de secundaria de los centros públicos y concertados de Baleares afirman estar satisfechos con los hábitos de trabajo de su alumnado, el mismo porcentaje que los que aseguran que observan un mal comportamiento frecuente o muy frecuente en sus pupilos.

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(EFE)

Sólo el 14,6 por ciento de los profesores de secundaria de los centros públicos y concertados de Baleares afirman estar satisfechos con los hábitos de trabajo de su alumnado, el mismo porcentaje que los que aseguran que observan un mal comportamiento frecuente o muy frecuente en sus pupilos. EFE/Archivo

Los encargados de la enseñanza secundaria en las aulas públicas y concertadas de Baleares manifiestan una notable merma de su satisfacción laboral si se les pregunta acerca de su alumnado, pues consideran que sus hábitos de estudio son "muy mejorables" en la mayoría de los casos.

Así se desprende de los datos y encuestas que figuran en el último dictámen del Consejo Económico y Social (CES) sobre el sistema educativo en las islas, presentado esta semana, y en el que se reconoce que el nivel del alumnado en Baleares es muy bajo con respecto a otros países europeos u otras comunidades autónomas.

El lenguaje grosero o agresivo, la desobediencia de normas, las conductas contra otros compañeros o las bromas fuera de lugar son problemas de disciplina que muchos docentes del sistema educativo balear reconocen sufrir a menudo en sus aulas: en más de un 10 por ciento de los centros afirman que son situaciones "cotidianas".

Un porcentaje que aumenta hasta el 16,5 por ciento de los centros si se atiende a las posturas inadecuadas dentro del aula, a la falta de atención o a las interrupciones de la clase, donde estas conductas son observadas "habitualmente".

El dictámen del CES señala que estas situaciones se producen sobre todo en enseñanza secundaria y que se incrementa su intensidad a medida que avanzan los cursos, en la misma medida disminuye el grado de implicación del alumnado en sus estudios. La mayor parte de estos casos se detectan en tercero de ESO.

La falta de atención -que habitualmente afecta a seis o más alumnos en cada aula- es observada en la mitad de las clases semanales (44,7 por ciento), así como los retrasos sistemáticos (41,3) y los esporádicos (36,2). Los docentes señalan también que una de cada tres clases sufre interrupciones regularmente.

Todas estas conductas se han observado tanto en centros públicos, como privados y concertados, sin diferencias significativas por islas, apunta el dictámen del CES.

Sin embargo, respecto a conductas más graves como robos, el acoso escolar o el vandalismo en los centros los porcentajes son mínimos, pues se producen solo ocasionalmente.