Uceda Leal, el triunfo del dolor

Madrid.-  Una oreja y una cornada grave dejó la corrida de hoy en Las Ventas a un Uceda Leal como protagonista de ambas situaciones, y con una circunstancia que todavía le da mayor reconocimiento: el hecho de salir a torear cuando su padre acaba de fallecer repentinamente.

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(EFE)

El diestro Uceda Leal, tras ser herido por el primer toro de la tarde en la corrida celebrada en Las Ventas.

FICHA DEL FESTEJO.- Cinco toros del Puerto de San Lorenzo y un sobrero bis de María Cascón, el sexto, sustituto de un primer sobrero de Montealto, presentados "en escalera", descastados y deslucidos. Se salvó en parte el basto y soso primero, que aparentó temple en algunas embestidas; el segundo se desplazó bien por el derecho; y el resto, imposibles, sobre todo el violento y peligroso quinto.

Uceda Leal: estocada (una oreja) en el único que mató.

Juan Bautista: estocada caída con vómito (ovación); dos pinchazos y tres descabellos (silencio); y pinchazo, casi entera y descabello (silencio).

Luis Bolívar: estocada algo trasera (silencio); y media y tres descabellos (silencio).

En cuadrillas, el picador Francisco María González se agarró bien en un puyazo muy comprometido al segundo.

En la enfermería fue operado Uceda Leal de "cornada en el tercio inferior de cara interna del muslo izquierdo, con una trayectoria ascendente y hacia dentro de 20 centímetros, que causa destrozos en músculos abductores, contornea el fémur alcanzando la cara posterior del mismo y produciendo contusión de paquete vasculonervioso. Pronóstico Grave". Al finalizar la intervención fue trasladado en ambulancia a la Clínica "La Fraternidad" donde quedó ingresado.

La plaza tuvo un tercio de entrada en tarde de buena temperatura, pero con ligeras rachas de viento, que molestaron mucho en el ruedo.

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EL MEJOR HOMENAJE EN EL NOMBRE DEL PADRE

Uceda Leal le ha ganado al dolor de los toros y de la vida, haciéndole frente con coraje y torería.

Víctima del revés por la pérdida de su padre, fallecido en la víspera y cuyo sepelio se ha aplazado para mañana precisamente para poder cumplir esta corrida contratada de antemano, buscó el triunfo con una dedicatoria muy especial y sentida. Actitud de fortaleza torera.

El brindis, al cielo, llevó mucha congoja a los tendidos. Pero el toro no respetó sentimientos. Y en el epílogo de una faena maciza y de mucha redondez tanto con el capote como con la muleta, surgió el percance: un pitonazo seco en el muslo izquierdo, cornada profunda y mucha sangre.

Todavía fue capaz Uceda de zafarse de las asistencias camino de la enfermería para volver a la cara del toro, agarrando una estocada en todo lo alto, sin puntilla.

Premio de una oreja, ¿reconocimiento al majestuoso saludo a la verónica y a las tandas de muletazos sobre la diestra de aroma y despaciosidad? Triunfo del toreo, sin duda, por su enjundia y entrega, profundidad y verdad. Pero triunfo también y sobre todo por la actitud, la forma tan torera que ha tenido Uceda Leal de encarar la adversidad. El mejor homenaje en el nombre del padre, que al fin y al cabo fue quien le inculcó el toreo como filosofía de vida.

Lo demás en la tarde, con el gran protagonista en la enfermería, poco fue.

Si acaso el francés Bautista llegó a interesar en algunos pasajes con la muleta al primero de los tres astados que terminó estoqueando. Postura muy firme y bonitos muletazos cuando citó por el derecho. No fue fácil el astado por el otro pitón, "midiendo" constantemente al torero, que no obstante terminaría dándole "fiesta" también por ahí. Pero la mala colocación de la espada dio al traste con el posible trofeo.

Y ahora sí que no hubo más.

El mismo Bautista se alivió con prisas frente al cuarto, y dando el paso atrás en el mastodóntico sobrero de Cascón.

Bolívar sorteó el lote más "esaborío", pero también él anduvo espeso de ideas, dando muchos pases, sueltos y la mayoría tropezados.