Madrid no es la única capital europea que cierra salas de conciertos

Londres ha sido siempre una de las capitales musicales del mundo. Cualquier melómano que la haya visitado a lo largo de las últimas décadas sabrá qué era Astoria: una mítica sala exactamente en el centro de la ciudad, por la que pasaban los grupos más importantes del pop-rock internacional. Pero ahora la sala va a ser demolida y son muchos los londinenses que se han sumado a una campaña en internet como protesta.

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A diferencia de El Sol en Madrid, Astoria era bastante grande y tenía capacidad para 2.000 personas. Era mítica su lista de conciertos destacada en la puerta, ofreciendo a los turistas una visión de lo viva que estaba la noche de la ciudad, y mítica también su programación de pop en las noches del club G.A.Y.

Astoria ha visto las actuaciones de Beach Boys, Coldplay, Metallica, Pearl Jam, Green Day, Prince, Radiohead o Nirvana, en algunos casos antes de hacerse famosos. En otras ocasiones ha acogido conciertos especiales para un público reducido, como en los últimos años ha sucedido con unos U2, The Rolling Stones, Oasis o Blur ya consolidados. Como G.A.Y., celebró aquel concierto de presentación de 'Back To Black' en el que Amy vomitó y canceló el show a la mitad, antes de que todos conociéramos sus adicciones, y hasta Madonna y Kylie Minogue han actuado también en su escenario.

Al margen de sus funciones como sala de conciertos para grupos famosos, Astoria sirvió de trampolín definitivo para The Darkness o Arctic Monkeys, que colgaron el cartel de "agotado" cuando aún ni siquiera contaban con un contrato discográfico.

Pero la mitomanía no ha servido para nada. El pasado 15 de enero se puso fin definitivamente a esta historia de cultura alternativa. El primer rumor, cuando en junio de 2006 Compco Holdings vendió la sala por 23,75 millones de libras, era que Astoria se convertiría en un centro comercial, aprovechando la subida del precio del suelo de cara a los Juegos Olímpicos de Londres 2012.

El proyecto actual del Ayuntamiento es utilizar su espacio para ampliar la estación de Tottenham Court Road, como parte del proyecto de transporte público Crossrail, que unirá el aeropuerto de Heathrow con el centro. Para estos efectos el edificio de Astoria será demolido. El último G.A.Y. tuvo lugar el 26 de julio de 2008 y ahora las fiestas se celebran en Heaven. Respecto a los conciertos no vinculados con este club, desde el principio el alcalde, Ken Livingstone, prometió que se construiría otra sala de conciertos sustitutiva "más grande", pero el proyecto no se ha materializado.

El teatro para 250 personas que trataría de sustituir a Astoria ha llevado a una serie de internautas a organizar una petición online. "Esa capacidad ni siquiera llega a ser un cuarto de la original", ha declarado la joven Jenny Wong, encargada de capitanear la protesta, al NME. De momento no ha conseguido que ni Crossrail ni el alcalde la reciban, y además tanto unos como los otros dicen no ser los responsables del nuevo recinto. La petición puede firmarse a través de este enlace o el grupo de Facebook a favor de la causa, al que ya se han unido 3.000 personas. "No necesitamos otra línea de tren y además va a costar miles de millones", es uno de los mensajes principales de su llamamiento. Theatres Trust, asociación para la defensa del teatro y sus recintos, ha reivindicado lo mismo mediante su director Mhora Samuel, destacando la "enorme pérdida de la vitalidad cultural del centro de Londres".

Parece difícil que la gente de la calle se enmarrone para unirse a las protestas a favor de una sala de conciertos, pero seguro que serán muchos los transeúntes que, al observar su demolición, se emocionen. Astoria abrió en 1927 como cine, en 1976 se convirtió en un teatro con funciones musicales, y sobre todo durante los 80 y los 90 ofreció multitud de conciertos.

Cuesta imaginar que otra capital europea, aparte de Madrid, realice pocos esfuerzos en alimentar la vida nocturna de la ciudad, pero parece que no estamos solos. ¿Mal de muchos...?