La verde Kreuzberg y el espectro de la marginación social

BERLÍN (ALEMANIA).-  Frutos secos, textiles, pañuelos de seda, verduras, pan árabe, especias y pasteles de miel. Decenas de mujeres turcas empujan carritos para la compra y se cruzan en su ruta con jóvenes asiáticos, cocineros alemanes, estudiantes españoles y turistas italianos. También hay un puesto de pasta fresca del veneciano 'Pantalone' y un kiosco que vende salchichas de Baviera. Estamos en el mercado de Kreuzberg, "la más grande ciudad turca fuera de Turquía", en el verde Berlín oeste. Aparentemente, se trata de una situación ideal de integración.

ciaron (Flickr)

Los vecinos de la 'multikulti' (multicultural en jerga berlinesa) Kreuzberg, también conocida como 'Little Istambul', por los más de 20.000 turcos que la habitan (200.000 en Berlín), se han sorprendido cuando, a principio de este mes, el famoso demógrafo alemán Reiner Klingholz ha publicado un estudio en el que se denunciaba la marginación de algunas minorías en Alemania, en particular la de los turcos.

Con más de 3.000.000 de inmigrantes, componen la primera minoría del país. Y, sin embargo, según este estudio del Instituto para la Población y el Desarrollo de Berlín, comparados a los ciudadanos alemanes, los turcos son menos instruidos, el promedio de su sueldo es más bajo y su tasa de desempleo mucho más alta. No importa que hayan nacido en Alemania o que lleven en este país más de 20 años: si su nombre es Cem en lugar de Hans o Gülcan en lugar de Brigitte tendrán escasas posibilidades de acceder a ciertas profesiones o de mejorar su nivel social.

Según muchos analistas, la causa de este fenómeno fue la estructura del Gastarbeit (trabajo huésped) por la que en los años 50-60 del Boom económico, trabajadores 'baratos' de otros países llegaban a Alemania como invitados y con la idea de quedarse un tiempo, ahorrar y volver a sus países. Es decir, una condición que no invitaba a la integración con los alemanes locales. "Hemos invitado trabajadores pensando que se habrían ido", explicó Klingholtz en ocasión de la presentación del informe, sin embargo esto no ocurrió: los trabajadores se quedaron y llegaron también sus familias.

Hoy el 30% de los inmigrantes de origen turco no tienen estudios primarios y sólo el 14% llega al Abitur (algo así como el examen de selectividad en España). Si se considera además que los turcos suelen tener más hijos de los alemanes, queda claro que el problema podría llegar a ser más grave en el futuro.

Todo esto ocurre en un país que en noviembre pasado ha saludado el líder del partido de los Verdes, el turco Cem Özdemir, como el "Obama de Alemania", ya que se trata del primer turco que llega a la presidencia de un partido en este país. Por esto, suena por lo menos raro, que en Kreuzberg, el barrio donde vive Özdemir, desde siempre enclave de los Verdes de Berlín, cuna de la contracultura del 68 alemán y todavía hoy sede de la gran manifestación del 1 de Mayo, esconda, detrás de su cara progre, una situación de marginación social.

En la Oranienstrasse, a unas cuadras del mercado, se alternan comercios con productos de Anatolia, tiendas de moda, algunos antiguos squat y cafés alemanes. Esmahan es una chica turca con el pelo teñido de rubio que trabaja en una tienda de zapatos, "nací en Berlín y llevo una vida absolutamente normal", explica, «mis amigas son tanto turcas como alemanas o latinas. En mi casa no somos religiosos y yo salgo la noche sola sin problema, pero sí es cierto que no todas mis amigas pueden hacer lo mismo. También es cierto que justo aquí en Kreuzberg muchas mujeres viven hace años sin hablar una palabra de alemán".

En la tienda de a lado, una especie de comida rápida vegetariana, la camarera, Greta, se altera frente a la pregunta acerca de la integración, "estás discusiones no hacen más que alimentar distancias y diferencias", dice.

"Hay mucho respeto aquí, esto es cierto. Pero no se puede hablar de verdadera integración", explica Ursula, una señora que habita en Kreuzberg desde hace unos años,"lamentablemente faltan iniciativas para la integración. Convivir no es lo mismo que integrarse".

Las escuelas públicas de este país ofrecen cursos de alemán a un precio muy barato para todos los extranjeros. Sin embargo, a menudo las bajas condiciones socio-económicas de los trabajadores turcos, sumadas a su masiva presencia en este país son las causas de la marginación que a veces es hasta más preocupante si se esconde tras la cara de la multiculturalidad.