Clinton despliega la nueva política de EEUU ante el entusiasmo de los funcionarios de la UE

Bruselas.-  La secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, desplegó hoy en Bruselas todo el espíritu de cooperación y diálogo en política exterior prometido por la nueva administración de Barack Obama, un mensaje que despertó el entusiasmo de multitud de funcionarios europeos.

A Clinton, que participó en un debate con jóvenes europeos en la sede de la Eurocámara, la esperaban a su llegada al edificio varios cientos de empleados de las instituciones comunitarias, que la siguieron en masa en sus actos.

Aplausos, fotografías y firma de autógrafos antes de someterse a las preguntas de una sala de la que muchos interesados se quedaron fuera por falta de espacio.

Con asuntos como Oriente Medio, Rusia, la crisis de Darfur (Sudán) y el problema del cambio climático, Clinton abordó durante unos cuarenta minutos buena parte de los desafíos actuales de la política internacional y dejó clara la postura de Washington en muchos de esos temas.

Insistió, por ejemplo, en su defensa de una solución basada en dos estados para el conflicto palestino-israelí y criticó la política de asentamientos como un elemento que "no ayuda" a avanzar en el proceso.

Aseguró también que la anterior Administración estadounidense fue negligente en cuanto al calentamiento global y aseguró que el Ejecutivo de Obama va a trabajar para lograr una solución internacional al problema.

El terrorismo fue otro de los puntos que se abordaron durante el coloquio, a pregunta de una joven española, que recordó que la próxima semana se conmemora el 11 de marzo como día europeo de las víctimas.

Clinton subrayó que la amenaza terrorista es "global" y aseguró que la cooperación entre los países es "esencial" para combatirlo, pero dijo que también es necesario ofrecer "alternativas" a los pueblos para que no caigan en la violencia.

La única pregunta que la secretaria de Estado esquivó fue la referente a su opinión sobre las aspiraciones nacionalistas en algunas zonas de Europa como Gales, Escocia y Cataluña, que le formuló una joven galesa.

"No voy a interferir en los asuntos internos de los países de la Unión Europea", respondió con una sonrisa para, a continuación, ceder el turno rápidamente a un joven que vestía una camiseta con el lema "I love Hillary" (Amo a Hillary, en inglés).

"Tengo que darle la palabra a este hombre", bromeó.

Éste, un activista de los derechos homosexuales, preguntó a Clinton sobre las políticas que la Casa Blanca piensa impulsar para luchar contra la discriminación de gays y lesbianas y combatir el problema del sida, dos asuntos que la ex primera dama estadounidense aseguró que serán "prioritarios" para el Gobierno de Obama.

Durante gran parte de sus intervenciones, al igual que en sus palabras de apertura en el acto, Clinton regaló los oídos de los funcionarios europeos con mensajes de admiración por todo lo conseguido por los Veintisiete y recalcando la importancia de las relaciones UE-EEUU.

"Europa y Estados Unidos estamos unidos en una visión común del tipo de futuro que esperamos", aseguró. "No tenemos otra opción: tenemos que trabajar juntos".

Sus palabras encontraron el agradecimiento del presidente del Parlamento Europeo, Hans-Gert Pöttering, que ejerció de anfitrión del acto, y aseguró que Clinton había demostrado hoy "una vez más" que las dos orillas del Atlántico "comparten los mismos valores y deben estar unidas".