Perú respalda la propuesta de Chile para postular a Ingrid Betancourt al Nobel de la Paz

Lima.-  El presidente peruano, Alan García, respaldó hoy la propuesta de su colega chilena, Michelle Bachelet, para postular a la ex candidata presidencial colombiana Ingrid Betancourt al premio Nobel de la Paz, durante la visita que ésta hace a Lima.

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(EFE)

El presidente de Perú, Alan García (i), recibe a la ex candidata presidencial colombiana Ingrid Betancourt (d), durante una reunión en el Palacio de Gobierno, en Lima. La visita de Betancourt forma parte de una gira para abogar por la libertad de los secuestrados por las FARC.

Al cabo de una entrevista en Palacio de Gobierno, García le dijo a Betancourt que los peruanos "admiramos su fe y compartimos el dolor que ha sentido por más de seis años, alejada de los suyos", durante los que estuvo secuestrada por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

El mandatario subrayó que Betancourt "representa un símbolo de esperanza y de libertad". "Me aúno a la idea y propuesta de la presidenta de Chile, Michelle Bachelet" porque "la distinción universal, como el premio Nobel, es en verdad un justo homenaje para quien encarna la fe en el espíritu humano".

García dijo que a los latinoamericanos les toca "juntar" sus "voces" para exigir la libertad de los secuestrados de las FARC, que son más de 1.000.

Asimismo, el jefe de Estado dijo que la región debe estar atenta a actuar "de la manera" en que se le "pida" y "contribuir con el Gobierno colombiano hasta lograr el objetivo" de la liberación de los rehenes de la guerrilla.

García afirmó que su Gobierno ha "comprometido su voluntad y apoyo para lograr sensibilizar los corazones de los que tienen a todos estos colombianos".

A su turno, la ex candidata presidencial colombo-francesa declaró que tenía ganas de venir a Perú para dar las gracias por el júbilo que se sintió en este país por su liberación y la de sus compañeros el pasado 2 de julio.

Betancourt agregó que su visita también respondió a la necesidad de "pedir al presidente" que la ayude "a lograr la liberación de los que quedaron" en la selva colombiana.

Por eso, al escuchar las palabras de García, Betancourt expresó su satisfacción y el agradecimiento "desde el fondo del alma" en nombre de las familias y madres de los secuestrados.

"La charla con el presidente García es uno de los momentos más importantes (de la visita) por su reflexión, por su interés e infinita generosidad", dijo.

Betancourt agregó que sus hermanos de la selva "necesitan ese apoyo". "Necesitamos sacarlos de allá. Siento que Dios es muy grande y son muchas las bendiciones que se están acumulando", añadió.

La ex candidata recordó que el año pasado, siendo aún rehén, escuchó por la radio las incidencias del terrible terremoto que sacudió el sur de Perú, el desconcierto de los damnificados y la ayuda que llevó García a las zonas afectadas en la región Ica.

"Oí cuando estuvo ahí, usando un casco, son cosas muy importantes, que estemos viviendo en solidaridad los momentos difíciles", apuntó Betancourt en declaraciones a los periodistas desde el Palacio de Gobierno en Lima.

Añadió que "el sufrimiento tiene algo que nos sensibiliza y nos permite acercar a los demás" y lo que vivió le ayuda a acercarse "a todos aquellos que han pasado circunstancias difíciles".

Por eso, estando en la selva, Betancourt pensó en tener la oportunidad algún día de ponerse a ayudar a los sobrevivientes de tragedias, como la que vivió Perú en agosto del 2007 que dejó 500 muertos.

"Seguí, día a día, la tragedia del terremoto que conmovió al Perú, oí los testimonios de las personas que habían perdido todo, cómo describían esa vida de transición, que no saben dónde tomar agua, dónde ir al baño, y entendía lo que estaban viviendo porque esa era mi condición en ese momento", rememoró.

La ex candidata visitó Perú hace muchos años y muchas veces cuando trabajaba en el ministerio de Comercio de Colombia, y su arribo a Lima le trajo hoy a la memoria "épocas felices" de su vida, según confesó.

Betancourt desarrolla una gira por países de Suramérica para conseguir el respaldo de sus gobernantes en la pronta liberación de los rehenes de las FARC.