¿Por dónde vamos?

Hoy no quiero comentar nada. Lo que necesito es un poco de ayuda, porque me he perdido. Nada, que he estado fuera unos días, currando en un chalé de montaña y pasando frío, y no sé por dónde vamos en lo de las medidas contra la crisis. Oigo por la radio que ya han sacado más de cien. ¿Es verdad eso? La cosa nos urge, a mí y a mi colega Ahmed (el Vladimiro sigue de camaruta), porque entre tanta medida, aunque la mayoría sean para los bancos, alguna habrá que nos sirva para ir tirando.

Juan M. Espinosa (EFE)

Con los socialistas europeos.

A ver, cuento por dónde me he quedado. Hará un año, o algo menos, Zapatero dijo que comiéramos conejo. Eso no me ayuda mucho. Pero luego, al cabo de poco, otro ministro dijo que iba a regalar bombillas. ¿Las han repartido ya? ¿Dónde se recogen? Como nos ha petado la del baño, una bombilla del gobierno nos iría estupendamente. Hubo también lo de los 400 euros, que prefiero no mentarlo porque me cabreo.

Haciendo memoria, creo que allá por abril Zapatero anunció una inyección de 10.000 millones, y hacia junio, de otros 35.000 millones. ¿Le ha tocado algo a la gente normal? Y otra cosa que me interesa mucho, porque hasta guardé el recorte: el ministro Corbacho prometió que iba a emplear a 100.000 parados en «tareas de interés social», tipo rehabilitación de casas y limpieza de bosques, y ahí el Ahmed y yo somos las personas indicadas. ¿En qué ha quedado eso? ¿Hay una lista para apuntarse?

También me suena un plan para renovar los coches que, la verdad, no sé qué pasó con él ni me interesa, porque ni tengo coche ni pienso comprar uno. Ah, y lo de que los Reyes Magos traigan juguetes españoles, y no chinos, pues tampoco me afecta. Hará un par de meses salió Zapatero con algo que sí me interesaba, un plan para construir viviendas. ¿Qué se sabe del tema?

No estoy muy seguro de que tanta medida sirva para algo, al menos por ahora, porque ya somos tres millones de parados y vamos cuesta abajo. Yo recomendaría a Zapatero, en todo caso, que cada vez que anuncie medidas nuevas, y eso ocurre casi cada semana, hiciera como en los culebrones colombianos que le gustan al Vladimiro: dicen el número del capítulo, 1.026 o lo que sea, para que te hagas una idea, y hacen un «resumen de lo acontesido». Así, si te vas fuera unos días, te reenganchas sin problemas.