Lula exige la voz de los países pobres en un nuevo orden económico global

San Salvador.-  El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, exigió hoy ante la Cumbre Iberoamericana que la voz de los países más pobres sea oída en el diseño de un nuevo orden económico global, pues "son víctimas y no culpables" de la crisis.

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El derrumbe de los mercados globales "no podrá ser contenido sin un esfuerzo de coordinación internacional" y "ese esfuerzo será injusto si no se cuenta con los países en desarrollo", afirmó el presidente brasileño en la primera sesión plenaria de la cumbre que se celebra en San Salvador.

Lula sostuvo que "los países ricos no han sido capaces de contener la crisis", cuya resolución exige "una mayor participación de los países en desarrollo".

Según Lula, "en el momento en que los países emergentes son vistos como esperanza, no podemos aceptar un proceso que nos excluye", pues las naciones más pobres son "víctimas y no culpables, de aquellos que especulan con esperanzas y venden ilusiones".

Recordó que el pasado lunes, en una reunión extraordinaria de ministros de los países del Mercosur, se concluyó que "sólo se puede responder a la crisis con más integración, más comercio justo y menos subsidios".

En ese sentido, apuntó nuevamente el dedo contra las naciones más desarrolladas y reclamó "una conclusión rápida de la Ronda de Doha", a fin de que el comercio internacional sea "más justo" y se pueda contar con estímulos financieros que impidan el impacto de la crisis en la economía real.

Lula también insistió en la necesidad de recuperar el papel del Estado, que según afirmó fue "marginado" por las tesis del Consenso de Washington, que dieron libertades absolutas a un mercado que se "convirtió en un casino" guiado por la especulación y la avidez.

"No aceptamos las tesis de los conservadores, de que precisamos reducir los gastos del Estado por la crisis", afirmó.

En Brasil, dijo, "vamos a seguir invirtiendo, porque los que en los años 80 y 90 decían que el Estado no podía ser fuerte y gastaba demasiado", son "los que ahora buscan el auxilio del Estado".

Según Lula, "el momento es de decisiones políticas" que permitan "redefinir el papel del Estado" para renovar el apoyo a los sectores productivos y aumentar la inversión en educación y formación profesional, a fin de crear las bases para "un mundo mejor y más justo".

Sobre la juventud, asunto central de la cumbre, sostuvo que los gobernantes de hoy heredaron una generación criada en los años 80 y 90, que fue "víctima" de la falta de inversión estatal en educación, salud y empleo.

"Esos jóvenes son los que hoy llenan las cárceles de los países de toda América Latina" y "ahora es mucho más caro traerlos hacia la vida ciudadana", dijo Lula, quien apuntó que los problemas de "esa juventud olvidada no podrán ser solucionados sin una presencia fuerte del Estado en las periferias" más pobres.

Lula también propuso que, en las próximas cumbres, la Secretaría General Iberoamericana prepare información detallada sobre los asuntos centrales de cada encuentro.