Hermoso y Perera brindan un gran espectáculo, de rejoneo y de toreo a pie en Logroño

Logroño.-  Lo mejor del rejoneo, y del toreo a pie, se dieron la mano hoy en Logroño, con la firma de los dos actores más importantes de ambas especialidades: Pablo Hermoso de Mendoza y Miguel Ángel Perera, que cortaron dos orejas cada uno, aunque sólo el primero de ellos pudo salir a hombros al haberlas conseguido en un sólo toro, según la exigencia del reglamento de La Rioja.

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(EFE)

El rejoneador Pablo Hermoso de Mendoza, durante su faena al cuarto de la tarde.

FICHA DEL FESTEJO.- Dos toros para rejones, uno como sobrero de José Rosa, chico pero bueno, y otro de Fermín Bohórquez, más aparente, bravo y excelente, aplaudido en el arrastre; y en lidia ordinaria cuatro de Garcigrande, bien presentados y de juego desigual. El mejor, el quinto, aplaudido.

El rejoneador Pablo Hermoso de Mendoza: dos pinchazos y rejón (ovación); y rejón en dos tiempos (dos orejas).

Miguel Ángel Perera: estocada perpendicular (aviso y oreja con petición de la segunda); y media estocada y descabello (oreja tras aviso).

Eduardo Gallo: estocada (ovación tras ruidosa petición); y estocada que escupe (ovación).

La plaza rozó el lleno en tarde entoldada, pero con la cubierta sin echar.

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GRAN DIMENSIÓN DE DOS "NÚMEROS UNO"

Dos "números uno" en el ruedo. El rejoneador más importante de la historia, Pablo Hermoso de Mendoza, y el torero más valeroso y poderoso de la actualidad, Miguel Ángel Perera. Imparables los dos, a tope de facultades y con la ambición por las nubes. La plaza vivió momentos de gran frenesí con sus triunfales intervenciones.

Hermoso se contagió pronto del arrojo de sus caballos "Silveti" y "Fusilero", que en el primero de la tarde, en banderillas, lo bordaron. Faena muy vibrante a la que sólo le faltó más contundencia con el rejón de muerte.

Se superó con creces en el cuarto, un gran toro de Bohórquez. Esta vez fueron "Chenel", "Ícaro" y "Pirata" los que marcaron las pautas de una actuación valiente y torera a más no poder. Una faena de Hermoso inspiradísima, en la línea de la que llevó a cabo en la pasada feria de Bilbao, que ya es historia.

Unas veces citando de largo y esperando de frente a que se arrancara el toro para ir a su encuentro en los medios, reuniéndose al estribo y clavando arriba; otras muy en corto, muy encima el caballo del toro; y entre una suerte y otra, galopes a dos pistas, largos y muy templados, terminando siempre con un cambio al pitón contrario por los adentros.

Momentos fetén también con las cortas, sobre todo en un par a dos manos, recreándose en los desplantes a las salidas de clavar, como un "telefonazo" y la chulería de estar agarrado un buen tiempo con las dos manos a los pitones del toro, aguantándole las tarascadas. El rejón final entró en dos tiempos, jugándosela también ahí. Dos orejas sin que el presidente se hiciera de rogar.

También a Perera le salió todo redondo, luciéndose con el capote en su primero en el recibo por verónicas y en un quite por gaoneras. El toro fue noble pero se paró pronto; apenas duró dos tandas. El mérito del torero fue exprimirlo con temple, limpieza y ligazón, llevándole por abajo. La emoción en el esbozo de un parón pudo más que la sosería del astado. Un aviso antes de montar la espada y una oreja, pero hubo muchos pañuelos y voces en demanda del segundo trofeo.

El quinto, el mejor con diferencia de los cuatro de Garcigrande, llevó también una buena ración de lances a la verónica y quite por chicuelinas. La faena se embaló desde la misma apertura, con tres pendulazos de mucho ajuste para seguir toreando por la derecha con exquisito primor y suma pureza.

Perera se metió pronto entre los pitones en una faena de mucho mando, dominio y poder. Por el pitón izquierdo se frenó el toro en alguna ocasión, resolviendo el torero a base de "tragar". Valiente y resuelto, también muy capaz en lo artístico.

Esta vez entró sólo la mitad de la espada, necesitando de un golpe de descabello, y ahí perdió el doble trofeo que le hubiera significado la salida a hombros, pues le dieron sólo una oreja más.