Lobo Antunes premiado por su "profunda reflexión" sobre el ser humano

Guadalajara (México).-  El escritor portugués Antonio Lobo Antunes obtuvo hoy el Premio de Literatura en Lenguas Romances de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL), por una obra que representa "una profunda reflexión sobre la experiencia interna de los seres humanos".

Así lo determinó un jurado integrado por escritores y académicos de España, EE.UU., Francia, Reino Unido, México y Perú, que ensalzó al autor luso como "uno de los más originales y creativos de la literatura contemporánea en lenguas romances".

La presente edición, la número 18, ha sido la primera en que contendían a un galardón antes conocido como "Juan Rulfo" escritores en cualquier lengua romance, y la primera que ha premiado a un portugués, aunque sí lo han recibido dos brasileños.

La portavoz del jurado, la española María Luisa Blanco, leyó el acta final que destaca la obra de Lobo Antunes (Lisboa, 1942) como una exploración del papel del hombre "en el marco de la violencia, de la lucha anticolonial y la transición política de Portugal", a partir de mediados de los años setenta.

Instantes después de darse a conocer el premio Lobo Antunes expresó su agradecimiento en un enlace telefónico desde Portugal con Guadalajara, y se mostró feliz por recibir un premio más, el sexto al que se ha hecho acreedor este año.

"Sólo falta el 'gordo'", ironizó el autor luso, quien hace dos años fue uno de los visitantes destacados de la FIL, la segunda mayor feria del libro del mundo.

Lobo Antunes recordó que el suyo es uno de los oficios más complicados porque quien lo hace no es más que "un pobre hombre luchando con material" que le trasciende.

"El problema para mí es siempre escribir. Es muy difícil, cada vez más difícil", confesó un autor que antes de serlo pasó cuatro años combatiendo con las tropas de su país en Angola, algo que dejó una huella profunda en su vida.

Muchas de sus obras versan sobre la guerra, una experiencia que cambia a las personas "para siempre" y que él admite que no ha superado nunca.

Recordó que en su caso particular, aquellos años en África perdió a 150 compañeros de armas, la mayoría jóvenes como él, a la vez que nacía su primera hija, de cuya infancia no disfrutó.

"Nadie gana una guerra, todos pierden", insistió Lobo Antunes, quien señala que todas las contiendas bélicas son "una injusticia tremenda".

Para los que regresan "todo es familiar", pero no conocen nada porque han cambiado mucho.

El autor portugués sostuvo que en aquella época, que luego ha plasmado en novelas como "Esplendor de Portugal" (1997), la violencia le hizo perder la noción de que él era el centro de mundo.

Interrogado acerca de su propia obra, Lobo Antunes considera que su oficio sigue siendo una lucha continua por encontrar su voz personal.

"A veces la mano camina sola (...), un ángel te dicta y tú eres sólo un mensajero", agregó el escritor.

Lobo Antunes se mostró crítico con muchos de los jóvenes autores actuales por su afán por conseguir rápido el éxito y la fama, y confesó que él no escribe pensando "ni en el lector ni en la gloria".

"Tú no eres más que un anillo en una cadena que ha empezado mucho antes que tú y seguirá mucho después", confesó.

El escritor agradeció con emoción el premio a México, un país donde ha sido recibido "con un calor y una ternura" que no va a olvidar y donde volverá a estar el próximo 29 de noviembre para recoger el galardón en la XXII edición de la FIL.

El autor de obras como "Memoria de elefante" (1979) y "Mi nombre es legión" (2007) es el tercer lusófono en obtener el galardón después de los brasileños Nélida Piñón (1995) y Rubem Fonseca (2003).

En los dos años previos el premio ha ido a parar a manos de los mexicanos Fernando del Paso (2007) y Carlos Monsiváis (2006).