Río de Janeiro.- Brasil acumuló en los primeros siete meses del año un superávit primario de 98.225 millones de reales (unos 60.629,6 millones de dólares), el mayor para el período desde que el índice comenzó a ser medido por el Banco Central en 1991, informó hoy el organismo emisor.
El ministro brasileño de Hacienda, Guido Mantega, anunció esta semana que el Gobierno adoptará en breve el criterio de déficit nominal y no el de déficit primario para definir el estado de las cuentas públicas.
El superávit hasta julio es equivalente al 6,01 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) en el período, por lo que está acorde con la meta del Gobierno de cerrar el año con un ahorro fiscal equivalente al 4,3 por ciento del PIB.
El superávit primario en los siete primeros meses del año pasado era de 79.579 millones de reales (unos 49.122,8 millones de dólares al cambio actual) y equivalía al 5,5 por ciento del PIB.
El superávit primario del sector público consolidado es la diferencia entre los ingresos y los gastos del Estado, incluyendo al Gobierno central, los regionales y municipales, así como las empresas estatales, sin tener en cuenta los recursos destinados al pago de intereses de deuda.
El superávit primario de Brasil en los últimos doce meses hasta julio (120.254 millones de reales o 74.228,4 millones de dólares) también fue récord y llegó al equivalente al 4,38 por ciento del PIB.
Este ahorro es un compromiso del Gobierno para demostrar su responsabilidad con las finanzas públicas, garantizar el pago de la deuda exterior y generar en el futuro un excedente que será destinado a la creación de un Fondo Soberano (fondo público para operaciones en el exterior).
El jefe del Departamento Económico del Banco Central, Altamir Lopes, aseguró que tanto el superávit calculado en julio (12.100 millones de reales o 7.469,1 millones de dólares) como el registrado en los siete primeros meses del año y en los últimos doce meses hasta julio fueron récords.
Según Lopes, en el ahorro récord de julio contribuyeron todos los sectores públicos, principalmente el Gobierno central, y ese saldo permitió compensar el impacto del aumento del total destinado al pago de intereses.
El Gobierno destinó al pago de intereses en los siete primeros meses del año 106.803 millones de reales (unos 65.927,8 millones de dólares), el equivalente al 6,54 por ciento del PIB.
En el mismo período del año pasado los intereses de deuda consumieron 92.941 millones de reales (unos 57.370,9 millones de dólares), el equivalente al 6,42 por ciento del PIB.
Teniendo en cuenta lo destinado al pago de intereses entre enero y julio, el sector público brasileño terminó acumulado en los primeros siete meses del año un déficit nominal de 8.578 millones de reales (unos 5.295,1 millones de dólares), el equivalente al 0,53 por ciento del PIB.
En los siete primeros meses del año pasado el déficit nominal de Brasil era de 13.363 millones de reales (unos 8.248,8 millones de dólares) y equivalía al 0,92 por ciento del PIB.
El ministro brasileño de Hacienda, Guido Mantega, anunció esta semana que el Gobierno adoptará en breve el criterio de déficit nominal y no el de déficit primario para definir el estado de las cuentas públicas.
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