El aeropuerto de Pekín trata de blindarse contra el terrorismo

Pekín.-  Vallas, ventanas y alcantarillas tapiadas, puestos ocultos de policía, puestos de control o dispositivos de alta tecnología están siendo instalados en el aeropuerto de Pekín para detectar e impedir posibles ataques terroristas durante los Juegos Olímpicos del próximo verano.

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(EFE)

Un policía monta guardia delante del Centro Acuático Nacional de Pekín.

El aeropuerto de Pekín, cuya terminal tres, la mayor del mundo y diseñada por el arquitecto británico Norman Foster, fue inaugurada el pasado mes de febrero, "será uno de los líderes mundiales en medidas de seguridad de alta tecnología", dijo la Administración de Aviación Civil de China, citada hoy el por diario "China Daily".

La policía que protegerá el aeropuerto ha sido equipada con máquinas de rayos X, dispositivos para detectar bombas o robots antidisturbios, entre otras cosas, y tendrá la potestad de detener cualquier vehículo sospechoso en los múltiples puntos de control que se instalarán en la autopista que conecta el aeropuerto con Pekín.

Todas las ventanas del aeropuerto que dan a las pista de aterrizaje serán recubiertas de acero, como de acero serán las barras que se colocarán en las bocas de las alcantarillas que discurren bajo las pistas.

A su vez, se colocarán puestos de vigilancia ocultos en todo el aeropuerto, que será rodeado de una valla de unos 35 kilómetros, más o menos lo que mide el segundo cinturón de la ciudad, en cuyo interior se halla el centro urbano.

Todas estas medidas estarán en plena aplicación a finales de este mes.

Por otra parte, los vuelos que desde el 1 de julio hasta el 30 de septiembre viajen entre las diferentes sedes olímpicas (Pekín, Shanghai, Tianjin, Shenyang, Qinhuangdao y Qingdao) no podrán transportar ningún tipo de material considerado peligroso, con la excepción de algunos bienes de uso médico, informó la agencia Xinhua.

Los vuelos que durante ese periodo de tiempo viajen a ciudades no olímpicas con material químico de alto riesgo deberán superar inspecciones administrativas, incluso aunque se trate de vuelos con carga para aliviar posibles desastres naturales.

Estas medidas de seguridad en los aviones vienen a sumarse a la prohibición de viajar con mecheros o cerillas o a la obligatoriedad, por la que pasarán todos los pasajeros, de quitarse los zapatos si así se les requiere en los puntos de control.

También el Ministerio de Ferrocarriles impelió ayer a sus altos cargos a que trabajen para garantizar que viajar en tren durante los Juegos Olímpicos es "absolutamente seguro", sobre todo entre las seis sedes olímpicas.

China ha hecho de la seguridad su prioridad número uno para los Juegos del próximo verano, llevando su celo a cotas que si bien sólo despertaron halagos en un principio han empezado a levantar suspicacias en las últimas semanas entre diferentes sectores, algunos de los cuales han hablando de paranoia.

Las televisiones con derechos para emitir durante los Juegos Olímpicos siguen sin saber a qué atenerse a falta se siete semanas para el inicio del evento; los estudiantes y muchos trabajadores extranjeros no pueden renovar sus visados y el control de la policía sobre los extranjeros roza el paroxismo.

Ayer mismo, el Gobierno chino nombró viceministro de Seguridad Pública a Yang Huanning, un experto en la lucha contra el terrorismo para que vele por la seguridad del evento deportivo.