Fracasa la proyección del documental gay en el Parlamento italiano

MILÁN.-  La proyección en el Parlamento italiano del documental acerca de la discriminación de las parejas homosexuales en Italia concluyó ayer con un fracaso. De todos los diputados convocados, aparecieron seis, cinco de ellos pertenecientes al Partido Democrático (la izquierda), y uno del partido justicialista Italia de los Valores, cercano a la izquierda. La baja participación es la enésima confirmación del clima homófobo que se respira en Italia, y que interesa en particular a la clase política de este país.

La iniciativa de proyectar el documental había sido promocionada por la diputada del Partido Democrático Paola Concia, la única persona homosexual declarada presente en el Parlamento italiano (dato curioso en un país donde los homosexuales representan el 10% de la población). Concia había escrito una carta a todos los diputados proponiendo la proyección de 'De repente, el último invierno', un documental sobre el tema de la homofobia en Italia, para «superar las barreras en el Parlamento y encontrar una nueva forma de diálogo entre Gobierno y oposición, con respeto al tema de la homosexualidad». «Mandé miles cartas, a todos los diputados», explica Concia en conversación telefónica con Soitu.es, «en ellas escribía que quería retomar el debate y propuse ‘Miremos juntos el documental, y luego razonemos’». Muchos diputados contestaron con elogios a la iniciativa y diciendo que era «una buena forma», para abordar el tema, según relata la diputada. En Italia no hay reconocimiento legal de las parejas de hecho (tampoco heterosexuales); el último gobierno fracasó en el intento de aprobar una ley sobre este tema. El actual Ejecutivo de Silvio Berlusconi está en contra.

En la organización de la iniciativa no hubo problemas. Concia recibió el apoyo tanto de su grupo parlamentario, como de algunos exponentes de la derecha. Muchos diputados de ambas partes habían confirmado su participación, y por tanto se reservó un lugar especial: la habitación de las columnas en Palazzo Marini, en el corazón de Roma y cerca de Montecitorio, sede del Parlamento. «El de ayer por la tarde fue un fracaso más allá de las expectativas», explica Gustav Hofer, uno de los directores, «la mayoría de los políticos, en privado, está en favor de las parejas homosexuales, muchos también tendrán homosexuales entre sus amigos, pero cuando se trata de la vida pública, este tema es incómodo», opina Hofer.

A pesar de la escasa afluencia de políticos, la proyección se realizó, frente a otros invitados, periodistas y curiosos. «Antes proyectamos un documental rodado en 1969 por Renzo Ragazzi, acerca del tema de las parejas homosexuales en Dinamarca en el que aparece un diputado que expresa la necesidad de legalizar y reconocer este tipo de uniones. Esto sucedía hace 40 años. En Italia todavía no ha llegado a suceder», dice Hofer.

Un asunto de derechos civiles

El problema en Italia es que «la política no sabe hablar de sexualidad, no sabe hablar de amor, no sabe hablar de cuerpos», explica Concia, «es necesario que este tema salga de la política, porque las uniones homosexuales son un tema de derechos civiles. Italia es un país homófobo así como es xenófobo», se indigna.

Sin embargo, algo se ha movido. Si en sus primeras declaraciones, la ministra de Igualdad Mara Carfagna dijo que «los gays no están discriminados en Italia», tras numerosas reacciones y un encuentro con la única representante de los homosexuales en Parlamento, la ministra habría añadido el tema a su apretada agenda. Asimismo «el documental ha entrado en una sede oficial», señala Hofer, y a pesar del fracaso, se prepara ahora la proyección en el Senado. Quizás en un lugar más pequeño...