La ANP preocupada de que aumenten las agresiones israelíes por la crisis de Gobierno

Ramala.-  La Autoridad Nacional Palestina teme que la actual crisis política israelí, con el primer ministro Ehud Olmert inmerso en un escándalo de corrupción, desate una escalada de la violencia en los territorios palestinos ocupados.

"Tenemos miedo que la crisis se traduzca en un aumento de detenciones, ataques e incursiones", declaró esta mañana a la emisora de radio "Voz de Palestina" Saeb Erekat, asesor presidencial y jefe del equipo palestino que negocia un acuerdo de paz con Israel.

Erekat añadió que "la celebración de elecciones anticipadas en Israel implica el bloqueo del proceso de paz y la continuidad de la imposición de hechos en el terreno como las detenciones, invasiones, agresiones y la expansión de asentamientos".

También mostró su preocupación por el futuro de las negociaciones indirectas que el Gobierno israelí mantiene con el movimiento islamista palestino Hamás con la mediación de Egipto para lograr un alto el fuego en la franja de Gaza.

Aunque Erekat señaló que la situación de Olmert "es un asunto interno" de Israel, dijo que la actual crisis podría afectar negativamente las negociaciones con Hamás, "especialmente si los diferentes partidos israelíes se ven inmersos en campañas electorales".

Un alto cargo de Hamás aseguró anoche que el movimiento se está preparando para una posible escalada de ataques israelíes, táctica que el Gobierno podría utilizar para desviar el foco de atención de primer ministro.

"Estamos preparándonos para todas las opciones y no nos sorprendería si los israelíes tratan de escalar la situación", declaró un miembro de Hamás al diario Yediot Aharonot.

Anoche el Ejército israelí detuvo en el norte de la franja de Gaza a unos 60 palestinos, un número inusualmente alto, que fueron trasladados a Israel para ser interrogados y, según confirmó a Efe una portavoz militar, en su mayor parte han sido ya puestos en libertad.

El ministro de Defensa y principal socio del Gobierno, Ehud Barak, exigió ayer públicamente a Olmert que cese en sus funciones hasta que se aclaren las sospechas de soborno que pesan sobre él.

La intervención de Barak tuvo lugar un día después de que el principal testigo en la investigación de Olmert, el empresario estadounidense Morris Talansky, asegurase que en los últimos 15 años entregó al actual primer ministro hasta 150.000 dólares (96.000 euros), la mayor parte en sobres de efectivo, para financiar campañas electorales y gastos personales.