Banderas de quita y pon

La puerta de África se abre entre cabo Malabata y cabo Espartel, el extremo más occidental del mar mediterráneo; entre ellos Tánger, ciudad mítica que durante más de 40 años estuvo gobernada por 13 países que antes la habían ocupado de un modo u otro -bueno, no todos-.

La que fuera capital de la diplomacia y los espías en el periodo de entreguerras y un poco más, es hoy una ciudad que ha dejado paso a otra bien distinta en la que el perfume de la libertad es poco más que un recuerdo, aunque un recuerdo persistente que se resiste a abandonarla, manteniendo tres credos y siguiendo fiel al espíritu de una convivencia pacífica. Casi una utopía en los tiempos que corren. Estos días es visitada por Mohamed VI, su Rey, y ha sido engalanada para la ocasión, cubriendo todas sus calles con enormes banderas de Marruecos y otras de vistosos colores.

Tanta bandera me ha traído a la memoria un dato y una imagen: en 1777 el reino de Marruecos es el primer gobierno en el mundo en reconocer a Estados Unidos como país y en 1797 EEUU instala en Tánger su primera embajada en el mundo y así se convierte en el primer país extranjero en acoger una propiedad norteamericana y por supuesto su bandera.

En la biblioteca del congreso de los Estados Unidos podemos encontrar catalogado un documento de la Edison Manufacturing Co.- una productora de Tomas A. Edison-. Bajo el titulo 'Raising Old Glory over Morro Castle' -"Izando la bandera americana sobre el castillo del Morro"- acompañado de un texto de la época, finales de 1898 y principios de 1899: Baja la bandera española y suben las barras y las estrellas. Cae el símbolo de la tiranía y la opresión que ha dirigido el Nuevo Mundo durante cuatrocientos años, y arriba se alza la bandera de la libertad. En la distancia están las torres del castillo del Morro, el último lugar de España en América.

Esta es una de las primeras ocasiones en las que la imagen en movimiento se pone al servicio de la propaganda política. Todo tiene que cambiar para que todo siga igual. Si en aquella guerra se dio un intercambio de papeles entre un imperio en claro declive y otro incipiente que ahora ostenta un enorme poder, también en este documento se nos muestra como las nuevas tecnologías de la imagen habrían de desarrollarse conformándose como un instrumento esencial para sostenerlo y amplificarlo aunque de un modo mucho más sutil.

*Ramón Mateos es nuestro colaborador de arte.