Pon y quita ministros como si fueras Zapatero

'A su disposición', como diría José Luis López Vázquez en las películas de los 60, es la frase más repetida de estos días entre los socialistas. El pobre presidente estará armando el puzle del nuevo Gobierno toda la Semana Santa. Ayúdale con tus ideas a descubrir ese valor seguro en quien no había reparado.

Algunos ministeriables

Cristina Narbona, Patxi López, Carme Chacón y hasta Magdalena Álvarez anuncian a los cuatro vientos la voluntad de plegarse a los deseos del presidente. Y no son los únicos. Su vocación de servicio público les empuja irremediablemente a acatar lo que Zapatero considere más adecuado para el bienestar del Estado. Lo que hablando en plata, y dejando a un lado el metalenguaje político, se traduce en 'por favor, por favor, nómbrame ministro a mí'.

Sin ánimo de ofender ni de cobrarse la pieza, no son pocos los candidatos por Autonomías que están mostrando los resultados electorales como elegante recordatorio del compromiso presidencial, como Guillermo Fernández Vara, presidente de Extremadura o Marcelino Iglesias, presidente de Aragón. Los que pierden, también usan los datos a su favor. José María Barrena, presidente de Castilla-La Mancha, considera evidente que los socialistas han logrado en su Comunidad un resultado superior a la media. ¿Y? Con las cartas sobre la mesa, le toca repartir juego a Zapatero.

Quién desdeñaría tener cartera, un sillón azul en los primeros bancos del Congreso, un retrato en el Ministerio correspondiente, y una sarta de secretarios generales a los que echar las culpas cuando se falla y vampirizar las ideas en caso de acierto. Pregunta retórica donde las haya. Pero en lugar de esperar sentado que te caiga un Ministerio del cielo -cosa bastante improbable-, métete en la piel del presidente y ayúdale a poner y quitar ministros. Sólo hay que convertir en argumentos racionales las pulsiones hacía un personaje u otro. Por ejemplo, Caldera te produce un malestar difícil de explicar, pues le achacas la fatal idea del canon digital o de los 400 euros y te quedas con su cartera ipso facto. ¿Te excita la mirada de perrillo abandonado de Fran Perea? Fácil, cualquiera sabe que si no llega a ser por su apoyo al PSOE, Zapatero no sería presidente de nuevo. Se merece, por tanto, ser ministro portavoz -por mucho que sientas robarle el puesto a Carme Chacón-, para que las ruedas de prensa tras el Consejo de Ministros sean cantadas.

Seguro que tienes alguna buena idea que aportar. Comparte con el presidente y con todos los españoles tus ministrables. Igual acabas de asesor en la Moncloa.