Blanco dice que pese a las mentiras del PP, cada día se demuestra la decisión de acabar con el terrorismo

Bilbao.-  El secretario de Organización del PSOE, José Blanco, expresó hoy en Bilbao su satisfacción por las últimas detenciones de presuntos etarras y señaló que pese a "las mentiras del PP", se demuestra que el Gobierno es "cada día más fuerte en lucha contra el terrorismo" y que "hay decisión" para acabar con él.

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(EFE)

El secretario de Organización del PSOE, José Blanco, durante su intervención en un acto con cargos públicos y comités locales del PSE-EE de Vizcaya, hoy en Bilbao.

Blanco protagonizó un encuentro con cargos del PSE-EE de Vizcaya, en el que también intervino el secretario general de los socialistas vizcaínos, José Antonio Pastor, quien consideró "fruto del pánico y la desesperación de cara a las elecciones" las declaraciones en las que el presidente del PNV, Iñigo Urkullu, acusaba ayer al PSOE de negociar "cuestiones políticas" con ETA y advertía de que podía darse "la mayor crisis institucional desde 1977".

Por su parte, Blanco señaló que hoy los demócratas deben estar "contentos" por la detención de "terroristas que llevaron la tragedia a la T-4" de Madrid -"no sé si los que anuncian catástrofes" lo estarán, cuestionó- y opinó que se demuestra, pese a la "obstrucción" y falta de "ayuda" del PP la "fortaleza" y la "eficacia" del Estado de Derecho.

Se demuestra, a su juicio, que "no hubo rendición" ni "cesión", sino que "lo único que hubo fue desmesura por parte del PP para debilitar al Gobierno".

Para Blanco, que felicitó a las FSE, "obstruir, crispar, dividir y confrontar" es lo que ha hecho en los últimos cuatro años Mariano Rajoy, a quien llamó "lobo de la crispación", que ahora "quiere aparecer con piel de cordero", aunque debajo están "Acebes, Zaplana, todos los que han hecho difícil la convivencia".

Ante las próximas elecciones, Blanco instó a no confiarse -"la confianza es el peor enemigo", dijo- indicó que "todos los votos son necesarios" -"no se va a quedar ni un voto de derechas en casa", alertó- y señaló que en Euskadi necesitan "los votos desencantados con el Gobierno vasco, que son muchos".

Consideró que el PSE-EE se encuentra "más fuerte que nunca" y animó a dar "el primer paso en estas elecciones" en Euskadi para, después, "promover el cambio en las siguientes" -las autonómicas-.

Blanco señaló que en los próximos comicios no se decide "quién tiene un escaño más en un territorio o una comunidad autónoma", sino quién gobierna en España, "si Zapatero o Rajoy", e instó a los militantes a recabar apoyos para los socialistas en el País Vasco, donde "la mayoría de la gente quiere" que gane el PSOE.

El dirigente socialista insistió en que "no es lo mismo" que gobierne el PSOE que el PP, que, a su juicio, representa "lo más antiguo y retrógrado" y "un freno al desarrollo".

En su opinión, "España no necesita un gobierno de derechas" sino "un gobierno de derechos". Según dijo, "es mucho lo que nos jugamos" ya que si gana Rajoy se pueden "recortar derechos".

Blanco, que defendió las políticas sociales, económicas y de infraestructuras del Gobierno socialista, reprochó a los populares que pronostiquen que la economía se "hunde", incluso, cuando los datos son buenos y que hablen de seguridad cuando el mayor aumento del número de homicidios se dio, según dijo, con Rajoy como ministro de Interior.

Entre otros ejemplos, señaló que "no es lo mismo" que apliquen la ley de igualdad los socialistas que "quienes la han llevado al Tribunal Constitucional" ni tener una ley como la de Dependencia o que el paro haya descendido esta legislatura.

Tras afirmar que tampoco es lo mismo "estar en la guerra de Irak que en la Alianza de las Civilizaciones", emplazó a los populares a explicar las consecuencias de dicha guerra en la economía por la subida del precio del petróleo.

Por su parte, el responsable del PSE-EE de Vizcaya señaló que en esta campaña se necesita "tensión" y "movilización" para que los socialistas ganen "con holgura" y abogó por acercarse a los nacionalistas "de corazón, que están decepcionados con sus dirigentes y a gentes de izquierda hastiadas de una Ezker Batua desnortada y sumisa a Ibarretxe".