Una exposición en Salamanca y Valladolid conmemorará la Guerra de la Independencia

Valladolid.-  Una exposición, que se celebrará en las capitales de Valladolid y de Salamanca, conmemorará el próximo otoño en Castilla y León el bicentenario de la Guerra de la Independencia (1808-1812), como eje central de un programa que hoy ha presentado la consejera de Cultura, María José Salgueiro.

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(EFE)

La exposición conmemorará el próximo otoño en Castilla y León el bicentenario de la Guerra de la Independencia (1808-1812), como eje central de un programa que hoy ha presentado la consejera de Cultura, María José Salgueiro (en la imagen).

"La nación recobrada. La España de 1808 y Castilla y León" es el lema de esa muestra que constará de unas trescientas piezas entre esculturas, grabados, libros y pinturas, visitable en Salamanca desde el 25 de septiembre hasta el 23 de noviembre, y en Valladolid entre diciembre y febrero de 2009.

La exposición será ante todo "una lección historia" presentada "en un lenguaje claro, sencillo y accesible como manifestación de un legado histórico" a partir de piezas principalmente procedentes de Castilla y León, aunque también cedidas por parte de "grandes depósitos estatales", caso de Patrimonio Nacional.

Así lo ha puesto de manifiesto el profesor e historiador Luis Miguel Enciso, coordinador de una muestra que analizará la situación de España desde la crisis de Antiguo Régimen hasta el esplendor artístico y literario subsiguiente a la Guerra de la Independencia, de la que especialmente se analizará el movimiento guerrillero.

Otras actividades del programa perfilado hoy durante la reunión en Valladolid de la comisión autonómica encargada de conmemorar el bicentenario de la invasión francesa, consisten en las exposiciones tituladas "La Guerra de la Independencia en Burgos" y "Una visión romántica de la Guerra de la Independencia en Segovia".

La primera, promovida por el Ayuntamiento de Burgos, se celebrará entre el 7 de octubre y el 8 de diciembre, mientras que la segunda ha sido organizada por la entidad financiera Caja Segovia y abrirá en esta ciudad entre el 23 de septiembre y el 23 de noviembre.

Burgos albergará también, del 7 al 10 de octubre, un congreso internacional sobre la España de la época, y se realizarán recreaciones históricas de la toma de Segovia, del 13 al 15 de junio, y de la batalla del Moclín, en Medina de Rioseco (Valladolid), el 14 de julio de este año.

Otras actividades culturales auspiciadas por la Administración regional consisten en un ciclo de conciertos de la Orquesta Sinfónica de Castilla y León, de bandas militares españolas y extranjeras, y de agrupaciones de cámara, que recorrerán diversos lugares, entre ellos la ciudad de León.

Castilla y León, por su estratégica situación geográfica en la ruta que comunica Francia con Portugal, fue escenario de numerosas batallas, algunas clave para el devenir de la Guerra de la Independencia como la que libraron en Los Arapiles (Salamanca) el 22 de julio de 1812 las tropas luso-anglo-españolas mandadas por el general Wellington y las francesas del mariscal Marmont.

Fue, en cierta medida, el principio del final de cuatro años de sometimiento merced a la victoria de Wellington en un campo de batalla que la Junta de Castilla y León ha declarado Bien de Interés Cultural (Sitio Histórico), y que obligó a replegar al invasor prácticamente hasta la ciudad de Burgos.

Otros episodios memorables de la Guerra de la Independencia en tierras castellanas y leonesas tiene a Ciudad Rodrigo (Salamanca) como protagonista de sendos cercos que sufrió la población civil, el primero en 1810 bajo asedio francés y el segundo en 1812 por parte de Wellington para liberar el municipio de los invasores.

Pero fue en 1808, el primer año del cuatrienio bélico, cuando la comunidad autónoma fue el teatro de operaciones de un rápido despliegue táctico de Napoleón para asegurar el paso hacia Portugal y garantizar un corredor que le permitiera avanzar hacia el sur de la Península Ibérica.

Se sucedieron así, entre otras, las célebres batallas de Cabezón y de Medina de Rioseco (Valladolid), el 12 de junio y 14 de julio de 1808, y la de Burgos o de Gamonal, el 10 de noviembre siguiente y que permitió asentar en esa capital el cuartel general de las tropas francesas.

Al margen de las batallas más o menos presentidas e inevitables en determinado lugar, las montañas y campiñas castellanoleonesas fueron escenario de numerosas refriegas, escarceos, asaltos e incursiones por parte de guerrilleros que provocaron importantes bajas, desgaste y contratiempos al ejército napoleónico.