Colombianos celebraron la Navidad con la esperanza de la liberación de rehenes de las FARC

Bogotá 25 dic (EFE).- Los colombianos celebraron hoy la Navidad con la esperanza puesta en la posible liberación de tres de los secuestrados con fines de canje por las FARC.-  Bogotá 25 dic (EFE).- Los colombianos celebraron hoy la Navidad con la esperanza puesta en la posible liberación de tres de los secuestrados con fines de canje por las FARC, pese a que esa guerrilla no respondió al clamor del Gobierno y el país de que pudieran regresar para compartir con sus familiares la Nochebuena.

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(EFE)

Miriam de Moreno, madre de Juan Camilo Moreno, en poder de las FARC, lee un mensaje para su hijo la madrugada del pasado 23 de diciembre , durante la decimo cuarta "Vigilia por la Paz", en la que los familiares de los secuestrados les envían mensajes a través de radio.

Las festividades coincidieron con aniversarios sobrecogedores para las familias de otros tres de los 45 rehenes, la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt, también de nacionalidad francesa, y los militares Pablo Emilio Moncayo y Libio José Martínez.

Los militares son supervivientes de un arrasador asalto rebelde que dejó diez muertos y 18 secuestrados, 16 de ellos ya liberados, y completaron el pasado 21 de diciembre diez años en manos de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), lo que los hace los rehenes con fines de canje que más tiempo llevan cautivos.

Por su parte, la ex candidata presidencial cumplió hoy 46 años, en el sexto aniversario de vida que pasa con los insurgentes, que la secuestraron el 23 de febrero de 2002 junto a Clara Rojas, su compañera de fórmula electoral de entonces y madre de Emmanuel, niño de padre guerrillero y que concibió en cautividad.

"A Ingrid le gustaba estar en familia (en Navidad y en cumpleaños)", declaró el esposo de la secuestrada, Juan Carlos Lecompte, en una entrevista telefónica con Efe, y dijo recibir con "mucho dolor" este nuevo aniversario.

El publicista recordó que las últimas celebraciones familiares en Bogotá, las de diciembre de 2001, los reunieron a él, a Ingrid, a los dos hijos del primer matrimonio de ella, Melanie y Lorenzo Delloye, y a su madre, Yolanda Pulecio.

Clara Rojas, Emmanuel y la ex congresista Consuelo González de Perdomo son los rehenes que el país y muchos en el mundo esperan que las FARC dejen en libertad por esta época, en correspondencia con lo que anunciaron en un comunicado fechado el 9 de diciembre último y conocido hace una semana.

Los rebeldes no se fijaron un plazo para formalizar la entrega de los tres, que, según ellos, "deberán ser recibidos" por el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, "o por quien él designe", como tampoco el lugar, que versiones periodísticas señalan que será algún sitio amazónico en el que confluyen los territorios de Colombia, Brasil y Venezuela.

En el comunicado, los rebeldes explicaron la liberación unilateral como un desagravio a Chávez, a la senadora colombiana Piedad Córdoba y a las familias de los secuestrados.

Y "como muestra incuestionable de la esperanza que habíamos depositado en su papel facilitador (de Chávez y Córdoba)", indicaron las FARC, en alusión a las gestiones que ambos cumplían.

Chávez, como mediador, y Córdoba, como facilitadora, asumieron a mediados de agosto pasado gestiones ante las FARC que llevaron a Caracas a un mando rebelde y a la senadora colombiana a EE.UU., donde se entrevistó con dos guerrilleros extraditados por Bogotá.

Sin embargo, el gobernante colombiano, Álvaro Uribe, puso fin el 21 de noviembre último a las gestiones de ambos, a raíz de las llamadas telefónicas de ellos a mandos militares en Bogotá, decisión que llevó a Chávez a dejar en suspenso las relaciones bilaterales.

Tras el cese de las gestiones de Chávez y Córdoba, las autoridades colombianas decomisaron en Bogotá las pruebas de vida de 16 de los rehenes y que se presume tenían como destino Caracas.

A pesar de ello, Uribe ratificó el lunes, en un saludo de Navidad a los secuestrados, que ve con buenos ojos que sea Chávez el escogido por las FARC para entregar a Rojas, a Emmanuel y a González de Perdomo, cautiva desde el 10 de septiembre de 2001.

Uribe no olvidó en el mensaje a otras 750 personas que la misma organización ha secuestrado desde hace diez años y quienes "han quedado desaparecidas".