Oposición y empresarios niegan que exista un complot contra Evo Morales

La Paz.-  La oposición y los empresarios de Bolivia negaron hoy que exista un complot para derrocar al presidente Evo Morales, en el que estarían implicados, según el Gobierno, la banca, la oposición, dirigentes regionales, productores de alimentos, Estados Unidos y hasta el Partido Popular de España.

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(EFE)

Según el Gobierno del presidente Evo Morales, la banca, la oposición, dirigentes regionales, productores de alimentos, Estados Unidos y hasta el Partido Popular de España estarían implicados en un complot contra él jefe de Estado boliviano.

"La receta no es ver fantasmas donde no existen", dijo a Efe Gary Rodríguez, gerente del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE, privado), ante el rosario de denuncias que lanzaron fuentes oficiales en los últimos días sobre complots y confabulaciones, sin presentar pruebas en ningún caso.

El senador Óscar Ortiz, de la alianza opositora Poder Democrático y Social (Podemos, derecha), opinó que Morales "está buscando enemigos para crear cortinas de humo" y tapar su "mala gestión".

Morales advirtió este jueves de una eventual huelga en la banca privada para desgastarlo, similar a la ocurrida en Venezuela en 2003 contra el presidente Hugo Chávez, su amigo y aliado.

En una rueda de prensa ofrecida hoy en La Paz, el secretario ejecutivo de la Asociación de Bancos Privados de Bolivia (ASOBAN), Marcelo Montero, replicó que las declaraciones del mandatario "no contribuyen a construir en el país un clima de concordia".

"La banca no se inmiscuye en asuntos políticos. Apoya absolutamente al sistema democrático", agregó Montero.

El ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, denunció el lunes pasado que hay "evidencias" de que el Partido Popular, el mayor de la oposición española, está conspirando contra Morales junto con regiones bolivianas que reclaman más autonomía.

Quintana aseguró que presentaría pruebas de esa "confabulación" entre las regiones opositoras y el partido del ex presidente español José María Aznar, pero hasta ahora no lo ha hecho.

En la Cumbre Iberoamericana de Chile, la semana pasada, Morales acusó al embajador estadounidense en Bolivia, Philip Goldberg, de conspirar en su contra y mostró una fotografía en la que el diplomático supuestamente posa junto a un presunto paramilitar colombiano y un empresario opositor de la región de Santa Cruz.

La foto había sido enviada una semana antes a varios medios de comunicación, incluida la agencia Efe, pero ninguno la utilizó ante la evidencia de que era un montaje, "y bastante burdo", según dijeron expertos en la materia.

El embajador de Colombia en La Paz, Edgar Papamija, declaró la semana pasada que el colombiano que supuestamente "posa" con Goldberg no tiene antecedentes delictivos en su país.

Sin embargo, Morales exhibió la foto en Chile e insistió en que "los oligarcas" bolivianos formaron una "alianza con el embajador de EE.UU. y con paramilitares colombianos" para terminar con su Gobierno.

"Las alegaciones no son ciertas, son infundadas, y simplemente no contribuyen al fortalecimiento de las relaciones entre Estados Unidos y Bolivia", respondió ayer el portavoz del Departamento de Estado norteamericano, Sean McCormack.

Morales volvió a hablar ayer de la supuesta guerra "política y económica" que busca derrocarlo, ante las críticas de empresarios y la oposición por la escasez de algunos alimentos y combustibles, y por el aumento de la inflación, que hasta octubre triplicó lo anunciado por el Gobierno inicialmente para todo el 2007.

"El empresario sigue invirtiendo, arriesgando en un entorno que no le es favorable", recalcó el gerente del IBCE.

El senador Ortiz declaró a Efe que Morales no ha presentado todavía "ninguna prueba" para acreditar sus reiteradas denuncias.

El Senado convocará al ministro Quintana para que muestre "cuáles son las pruebas" que tiene de la presunta confabulación del Partido Popular con las regiones opositoras para derrocar al presidente.

Al respecto, el diputado Gustavo Torrico, del oficialista Movimiento al Socialismo (MAS), comentó a Efe que las denuncias del Gobierno están "sustentadas" y tienen una "base fuerte", aunque reconoció que hay que esperar a ver las pruebas.

La guerra de "desestabilización" contra Morales "se lanzó hace mucho tiempo", dijo Torrico, y vaticinó que la "arremetida frontal" de los opositores se producirá a comienzos del próximo año.