Aspirar a ser mejor

Las pérdidas de empleo están aumentando alarmantemente, ver la luz al final de túnel se antoja difícil, pero encender nosotros esa luz puede ser el principio de una nueva era en nuestras vidas.

Ver el vaso medio lleno un sábado por la mañana no es tan complejo si el viernes te lo has pasado bien saliendo con los amigos. Conforme va a avanzando el día la realidad te da un golpe duro, volviendo a recordar que llevas tan sólo 15 días en paro y que no tienes ni idea de cómo vas a pagar las trampas del mes que ya va por la mitad.

Así son estas prisas económicas, anteponiendo el pago de una independencia al trabajo soñado. Muchos arquitectos, diseñadores, artistas y un largo etcétera de profesionales con gran talento y amor por sus trabajos abandonaron sueños para poder vivir solos o simplemente tener algo en esta vida. Es algo duro cuando le pasa a una persona, pero es más duro cuando pensamos la cantidad de personas encasilladas en un trabajo que no les gustas y del que, para colmo, han sido despedidos por la excusa preferida de algunos empresarios: “La cosa está muy mal…”, “Estamos en crisis…” es curioso ver como esas frases fueron repetidas hasta la saciedad allá por el año 1993 y que sirvieron en tantos pueblos para dejar sin finiquito a tanta gente o bien despojarlos de sus sobrevalorados “Contratos a fin de obra”.

Como hacerlo… como salir de esta apatía, una opción válida es el optimismo, la fuerza, dejarse ayudar, no conformarse con cubrir una vacante. Hay que salir un poco de ese “egolatrismo” del curriculum (Yo, yo y nadie más que yo) y decirle al empresario que puedes hacer tú por ellos. Has de ser una persona inconformista; en constante formación, no se trata de cursos a lo loco, algo dirigido, algo que vaya a favor del mercado, que el empresario pueda ofrecer algo más. “Soy diseñador gráfico… pero me formé en metodología y podría dar clases de diseño” esa será la diferencia entre tu demanda de empleo y las demás. Hay que formarse, seguir hacia delante, visitar ferias, leer revistas, así estarás al día de lo que el futuro depara para tu profesión.

Y sobre todo, no rendirse, no dar nada por perdido, hacerlo con ilusión, entonces después de una gran energía positiva en la entrevista dejarás la sensación al entrevistador de…”¿Cómo hemos podido prosperar sin esta persona?”. Dejarse llevar por la euforia y un optimismo supremo no es bueno ni malo en las búsquedas de empleo, aunque si que es innecesario; pero la ilusión nunca está de más, la ilusión es el primer camino para alcanzar unos planes que nos llevarán a estar algo satisfechos, la ilusión, como tantas emociones dan ganas de construir y evolucionar… algo que echa de menos esta sociedad.