La agónica llegada de septiembre

Somos muchos los que abarrotamos las bibliotecas hasta altas horas de la noche. El verano, con la agradable sensación de calor que nos aletarga y nos sumerge en un oasis de tranquilidad tras la desesperación vivida en junio, se evapora y no por la bajada de las temperaturas sino porque en tan sólo unos días comienzan los terribles exámenes de septiembre.

Estudiantes de instituto que tienen la ocasión de pasar de curso, aspirantes a la universidad que se plantan ante su última oportunidad para entrar este año en la tan deseada vida universitaria y aquellos que vemos el final de la carrera muy cerca a la vez que muy lejos, una distancia marcada por páginas y páginas de apuntes olvidados.

Se han acabado las tardes de piscina, las escapadas a la playa, las cañas entre amigos, las largas noches... Unos meses repletos de experiencias durante los cuales hemos olvidado y apartado en un rincón de nuestra memoria las obligaciones a las que ahora tenemos que hacer frente.

Recuerdos que ahora almacenamos y que martillean nuestra memoria incapaz de asumir un solo dato de los cientos de folios pendientes por estudiar. Los que empiecen a finales de septiembre pueden considerarse afortunados, pero los que el día 1 inauguramos las aulas de nuevo, vemos con agonía los últimos días de agosto.

Comienzan los feroces repasos, pasando las páginas sin apenas retener nada en la memoria. Mientras el resto del mundo despide el verano o sus vacaciones en las más diversas actividades, nosotros volvemos a recluirnos bajo el flexo con nuestros remordimientos de conciencia.

Sin embargo, ni la cercanía de los exámenes ni la presión de lo que queda pendiente son suficientes en muchas ocasiones para lograr que vuelva la tan ansiada concentración. Una muestra de ello, los casi cien folios que me esperan pacientemente mientras escribo este artículo.

Inmutables, me desafían desde el otro lado de la mesa, los miro de reojo, pero soy incapaz de tocarlos. No nos queda más que dejarnos llevar por la agónica llegada del temido septiembre.