Pasión por Oporto

Un café cuesta 0'60, un precio de otra época. Puede parecer sólo una anécdota, pero no. Los precios son un indicativo muy fiel de cómo se vive en esta ciudad.  Viajar a Oporto es como viajar en el tiempo.

Podríamos hablar del Duero, rio impresionante que baña la ciudad. Podríamos hablar de las bodegas donde envejece el famoso y típico vino dulce.  Podríamos hablar de torres e iglesias de postal. Podríamos hablar de Lello, la librería más bonita del mundo... Pero todo esto aparece en las guías. Y además, hay cosas mejores.

La ciudad entera es un caos. Las casas están viejas y sucias, a veces parecen incluso abandonadas. Al acercarte a los edificios y mirar al interior a través de sus ventanas, a menudo descubres que no hay nada... Sólo un solar lleno de matorrales.

Las calles permanecen empedradas. Son estrechas y serpentean de manera irracional por un terreno lleno de pendientes. En estas condiciones, recorrer unos centenares de metros puede convertirse en toda una odisea.

Las gentes son amables. Como de otra época. Se esfuerzan por ser hospitalarios y, sobre todo, hacen lo posible por entender el castellano. Esto se agradece mucho en una ciudad en la que más de una vez puedes sentirte perdido,

La comida es excepcional. Por 10 ó 12 euros puedes alimentarte como un auténtico campeón: bacalao, pulpo, tripas o la tradicional francesinha es lo típico... Para una comida especial siempre hay otras opciones más caras como O Comercial,  el restaurante del Palacio de la Bolsa. Junto a las bodegas está Tromba Rija, un buffet libre capaz de dejarnos sin aliento.

El arte contemporáneo está de moda. La calle Miguel Bombarda es un hervidero de galerías y tiendas. El Centro Comercial Bombarda es el mayor exponente de ese arte convertido en negocio cool: DJ´s, ropa de segunda mano, pelos de colores, colección de bonsais, gorros y zapatos a juego, carteles de cine... Todo se compra y se vende.

Para ir de fiesta, lo más habitual es Cais de Gaia, situado a orillas del río y frente a las bodegas. Pero si de verdad queremos vivir una noche diferente hay que ir a Maus Habitos, un  'espacio de intervención cultural' que por las noches se convierte en una auténtica locura. Ver para creer.

Pequeña, vieja, caótica, sucia... Y genial! La ciudad de Oporto es una excelente opción para pasar un buen fin de semana.